En la categoría de los compactos, la configuración hatchback se ha ido convirtiendo en un nicho cada vez más pequeño, es decir, las versiones de tres volúmenes son la elección más común, o bueno, lo eran. Y es que seamos honestos, en la actualidad los consumidores prefieren una camioneta o cualquier cosa que se le parezca, aunque sea de un segmento inferior. Con lo cual, los hatches tienen cada vez menos espacio en el mercado.
Si no es por alguno que otro iluminado que entiende que los hatchbacks tienen cabinas más versátiles, o por aquellos que se pueden dar el lujo de optar por una versión de performance más picante, este tipo de autos no logran atraer al grueso del mercado.
Aun con lo anterior, seguimos encontrando varias opciones en el mercado; la referencia es sin lugar a dudas el Volkswagen Golf, creador del segmento hace ya más de cuatro décadas, aunque también encontramos el popular Mazda 3, el SEAT León, Peugeot 308, sin olvidarme del recientemente finado Ford Focus y por supuesto el que hoy nos ocupa, el KIA Forte Hatchback.
Para poner en contexto, no hace mucho tiempo éste era un segmento en donde también participaban; Chevrolet, Nissan, Dodge (el Caliber entra, aunque muy forzado), FIAT, Renault e incluso Subaru.
Aun así, los hatchbacks tienen su encanto eso es innegable, y hay marcas que están dispuestas a seguir apostando por ellos. Razón por la cual, KIA trae a nuestro mercado la nueva generación del Forte, dramáticamente más atractiva a nivel visual y con la novedad de que, incorpora un motor 1.6 litros turbocargado para la versión GT, con lo cual gana una personalidad más deportiva, que vaya que le hacía falta.
El KIA Forte Hatchback 2019 llega a México en tres versiones…
EX MT | ??? |
EX iVT | ??? |
GT Line MT | ??? |
GT Line iVT | ??? |
GT 1.6T MT | ??? |
GT 1.6T DCT | ??? |
Mecánica
En el caso de la versión GT, que fue la que pudimos probar, encontramos bajo el cofre un motor 1.6 litros turbo que entrega 201 hp y 195 lb-pie de torque y que va asociado a una transmisión automática de doble clutch y siete cambios. La tracción es al eje frontal.
Las versiones EX y GT Line mantienen la misma propuesta mecánica del Forte sedán, es decir un 2.0 litros asociado a cajas manual o continuamente variable iVT.
Otro cambio interesante en el caso de la versión GT es que reemplaza el eje trasero con suspensión de barra de torsión, por uno de geometría multibrazo. Asimismo, la suspensión tiene un ajuste más firme, con lo cual, queda demostrado que la firma se tomó en serio la intención de entregar un vehículo de comportamiento más deportivo.
Diseño
La parte frontal y hasta pasado el poste B no presenta demasiados cambios con respecto del Forte sedán, si acaso, al ser la versión GT encontramos acabados en negro brillante para la parte inferior de la fascia frontal, las entradas de aire en donde van montadas las luces direccionales y la parrilla, que además suma decoraciones en color rojo, que de alguna manera recuerdan un poco a la solución utilizada en el Golf GTI.
La carcasa de los espejos laterales, también tiene acabado en negro brillante y además encontramos un faldón que fortalece la apariencia deportiva, eso sí, los rines, si bien son atractivos con ese diseño de cinco brazos dobles, parecen pequeños, sobre todo tratándose de la versión deportiva.
Conforme avanzamos hacia el medallón es que nos damos cuenta que el KIA Forte Hatchback 2019 tiene poste “C” que termina con la puerta trasera y luego un poste “D” muy tendido, con lo cual podríamos decir que es más una wagon recortada que un hatch tradicional, una solución similar al A3 Sportback y que de ninguna manera quiero que se entienda como algo negativo, al contrario, la solución de la parte trasera es muy agraciada.
En general el diseño recuerda un poco a los GT de BMW en buena medida gracias a la forma de las calaveras, pero se ve excelente, eso es un hecho.
Interior
Puertas adentro nos encontramos una cabina prácticamente igual a la del Forte sedán, formas atractivas, así como buena calidad de ensamble y materiales son una constante.
Destacan los asientos deportivos forrados en cuero sintético con costuras en color rojo y el anagrama GT bordado en el respaldo. El volante por su parte, está forrado en cuero y también cuenta con costuras en color rojo.
Esos detalles y la leyenda GT en la parte inferior del volante o la moldura en el tablero completan las diferencias con respecto de los Forte de aspiraciones menos deportivas.
En cuanto al equipamiento, no falta nada; la pantalla central táctil es de 8” y cuenta con compatibilidad con Carplay y Android Auto, el climatizador es automático de dos zonas, el volante es multifunción, hay quemacocos y tanto acceso como arranque son mediante llave inteligente.
Manejo
Tras el volante, lo primero que destaca es que la marcha se siente bastante más dura en comparación con el Forte sedán, en parte se debe a que la suspensión tiene un ajuste más firme sí, pero también creo que los asientos son menos cómodos de lo que deberían. Ofrecen buena sujeción lateral, pero no son muy acojinados y aun cuando los reglajes son eléctricos, me costó encontrar una posición confortable.
La capacidad de respuesta es muy buena, aunque hay bastante más turbo lag del que esperaba, con lo cual, en baja rotación las reacciones son un tanto lentas. Cuando entra la asistencia del turbo, se percibe una patada (no demasiado violenta) y luego, la entrega de par se vuelve constante hasta cerca de las cinco mil vueltas, momento en el cual se siente que la potencia se empieza a caer un poco, eso sí, sucede ligeramente después que en el 1.4 TSI de Volkswagen.
La adición de la transmisión de doble clutch es una gran noticia y es en buena medida, la razón de que este Forte Hatchback GT se sienta tan dramáticamente más ágil y divertido que el Forte con caja iVT, que dicho sea de paso, trabaja muy bien, pero aun así de comportamiento deportivo, no tiene nada. Esta DCT de KIA es muy rápida y al estar en modo sport y utilizar las paletas de cambio ubicadas detrás del volante, aguanta el cambio tanto como el conductor lo necesite.
En donde sí sentí que esta DCT se queda un poco atrás con respecto de la de VW es en los cambios descendentes, donde se siente menos rápida, quizá sea porque nunca deja de protegerse.
En lo general, el comportamiento es alegre y resulta divertido tras el volante, esta variante GT es una gran noticia para la gama del KIA Forte, ya que entrega esa dosis de deportividad que necesitaba con urgencia para poder acceder a esos entusiastas que valoran el buen manejo y desempeño deportivo.
Ahora, aun con lo anterior, no esperes que del Forte Hatchback GT, un competidor frontal del Golf GTI, porque te vas a llevar una decepción. Es cierto, la suspensión tiene una buena puesta a punto, la dirección es más comunicativa que en otros KIA (algo que trajo la nueva generación del Forte) y el 1.6 turbo le da una capacidad de respuesta contundente, pero lo cierto es que no tiene el mismo grado de refinamiento, una puesta a punto tan bien lograda como el hothatch de VW, ni el mismo nivel de explosividad.
El Forte GT entonces es más como solían ser los SEAT FR, esos que sí ofrecían más desempeño deportivo (y no los de ahora que son meramente variantes cosméticas), pero que no llegaban a lo extremo y rabioso de un CUPRA.
Incluso, me inclino a pensar que el Forte hatchback GT, debiera estar más pegado en performance con el Golf 1.4 TSI, ya que si bien es cierto, el coreano tiene 11 lb-pie de torque más, también lo es que pesa 177 kilos más. Ya que pesan 1,470 y 1,293 kg respectivamente. Pero lo mejor será hacer una comparativa y comprobarlo.
Conclusión
Aun cuando los hatchbacks compactos no sean productos de volumen, su atractivo sigue siendo irrefutable. Son una propuesta más juvenil, son prácticos y cuentan con versiones muy deportivas y altamente deseadas.
Con lo cual, la decisión de KIA de traer el nuevo Forte Hatchback y adicionar la variante GT es la correcta, le hacía falta algo a la marca que ofreciera mejor desempeño y resultara atractiva para los entusiastas. Adicionalmente es un auto muy atractivo desde el punto de vista de diseño, bien construido y con buen nivel de equipamiento.
Eso sí, no esperes un manejo y desempeño equiparables a los de un Golf GTI, porque no está en ese nivel, aunque eso de ninguna manera significa que no te vayas a divertir al conducirlo. Porque ágil y divertido, sí es.