Desde la década de 1950, una de las grandes visiones del ser humano era que a inicios del siglo XXI, los automóviles iban a volar al más puro estilo de la caricatura de los supersónicos.
Llegamos al año 2000, y de dentro de todas las evoluciones en materia de movilidad, los autos voladores nunca estuvieron presentes como los visualizaban décadas atrás. Aunque no ha sido como en las películas, las innovaciones que ha traído la segunda década del siglo presente han sido un parte aguas en la industria del automóvil.
Hoy en día, existen autos eléctricos, vehículos que se conducen solos, conectividad entre los automóviles, internet a bordo e incluso los añorados autos que vuelan. Estos últimos, aunque no parecen naves espaciales, revolucionarán la manera en cómo se mueven las personas, ya que está la posibilidad de hacerlo por tierra o aire.
Con el inicio de comercialización del primer vehículo de este tipo para 2019, los conductores no sólo tendrán que tener conocimientos para maniobrar un automóvil, sino que también tendrán que estar capacitados en aviación. Respecto a la conducción de un vehículo, la mayoría de las personas esta familiarizada con el manejo y reglamento; pero, ¿qué pasa al momento de estar modo vuelo?
Aquí, las cosas cambian por completo. Para poder estar acreditado en la conducción de un auto volador, además de la licencia de conducción, es necesario que el “automovilista” tenga conocimientos de pilotaje, incluyendo control del tráfico aéreo y las normas y reglamentos aprobadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO).
Además de todas estas sapiencias, el conductor de un auto volador tendrá que poseer una licencia para volar. Esta se puede obtener a través de una de las muchas escuelas de vuelo que hay en el mundo. Dentro de los cánones que marca la aviación, poder pilotar un avión se necesitan algunas preparaciones básicas de navegación, instrumentación, meteorología, aerodinámica y rendimiento.
Una vez adquirido este conocimiento es necesario superar un examen teórico y realizar una cantidad de horas de entrenamiento razonables. Para aprender a volar en un giroplano en primer lugar se tiene que volar con un instructor y más tarde solo como piloto. En el caso de una licencia para giroplano, por lo general puede ser obtenida dentro de un intervalo de tiempo comprendido entre 30 a 40 horas de formación, dependiendo de la habilidad y el talento del piloto.
