Es más que evidente que los SUVs son los vehículos de moda en la mayor parte del mundo, de hecho, lejos de ver estancadas sus ventas, la preferencia por los utilitarios continúa aumentando, y a un ritmo más rápido que hace cinco años.
Una prueba fehaciente de ello es que más del 35 por ciento de los hogares estadounidenses en los que existía un sedán en el garaje y que compraron un vehículo nuevo entre abril de 2017 y marzo de 2018 adquirió un SUV, frente al 24 por ciento de hace cinco años.
Sin embargo, no todos los consumidores se están declinando por los SUVs al mismo ritmo. Y es que existen ciertas diferencias entre los grupos étnicos, el ingreso familiar y los niveles de edad.
Las tendencias en los grupos étnicos
Por ejemplo, la propensión a desertar de un sedán a un SUV es mucho más alta entre los asiáticos que entre los consumidores afroamericanos o hispanos en Estados Unidos. Según un análisis de IHS Markit, casi el 40 por ciento de los propietarios de origen asiático dueños de un sedán que regresan al mercado para un nuevo vehículo en el período desertó a los utilitarios, a una tasa significativamente mayor que los hispanos (31.9 por ciento) o afroamericanos (31 por ciento).
En cambio, el 55.7 por ciento de los propietarios afroamericanos optaron por quedarse con un sedán para su próxima compra de vehículos, en comparación con solo el 49.6 por ciento de los hispanos y el 43.5 por ciento de los asiáticos.
La edad también tiene que ver
Igualmente, los grupos de edades tienen diferentes patrones para el abandono de los sedanes. En este caso, la propensión a desertar de un sedán a un SUV disminuyó a medida que aumentaba la edad. Esto indica que la lealtad a los sedanes es extremadamente alta entre las personas mayores, y varía en casi 20 puntos porcentuales desde los consumidores más jóvenes hasta los más viejos.
El ingreso es un factor
Por su parte, el nivel de ingreso también contribuye a las preferencias del consumidor y las tasas de deserción. A medida que aumentan los ingresos, los consumidores tienen más probabilidades de desertar de un sedán a un SUV. Por el contrario, la propensión de los propietarios de sedán a elegir otro sedán cuando regresan al mercado disminuye a medida que aumentan los niveles de ingresos. Estos datos sugerirían que la saludable economía de Estados Unidos está contribuyendo al floreciente negocio de SUV.