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Manejamos la Volvo XC40 2019

El Auto del Año en Europa tiene todo para pelear contra las alemanas

Manejamos la Volvo XC40 2019

Lejos quedaron las épocas en que el simple hecho de escuchar el nombre de la marca Volvo nos remitiera a graves problemas de confiabilidad o un vehículo imposible de revender.

La firma sueca bajo el cobijo de Ford en el Premier Automotive Group no solo jamás recibió la atención y recursos que merecía, sino que al contrario, la gestión del óvalo azul únicamente se llevó las virtudes que encontró, para después tomar una serie de malas decisiones que la dejaron al borde de la catástrofe. Sin embargo, desde que Volvo es parte del fabricante chino Geely, las cosas son dramáticamente distintas, demostrando que había mucho talento adentro de la compañía y solo faltaba permitirles que lo desarrollaran.

El primer vástago de esta nueva era fue la XC90, que sorprendió a propios y extraños, plantándose de frente y con seguridad en contra de rivales de la talla de una BMW X5 o una Mercedes ML (en aquel momento, ahora GLE).

A la sorprendente XC90 le siguieron, el sedán S90 y la wagon V90, así como la multipremiada XC60 (World Car of the Year y North American Utility of the Year de 2018). Sin embargo, la que hoy nos ocupa es la más pequeña de la gama, la XC40 2019 que recientemente llegó a nuestro país, aunque ya con buenas credenciales, nada menos que el nombramiento como Auto del Año de Europa de 2018.

Evidentemente, dicho reconocimiento no hace más que atizar nuestra curiosidad con respecto del producto más nuevo de Volvo y descubrir si en realidad están para salir victorioso en contra de exponentes como Audi Q2, BMW X1 y X2, así como la Mercedes-Benz GLA.

Interior a la altura de las alemanas

Puertas adentro la Volvo XC40 se percibe muy bien lograda, manteniendo ese estilo escandinavo y minimalista que esperamos de un vehículo de la firma. No hay demasiados botones y en general encontramos superficies limpias, bien terminadas y que transmiten mucha calidad. Destacan las salidas de aire metálicas y en formato vertical, le dan un toque muy interesante al tablero.

La calidad de materiales y ensamble también son del más alto nivel, el tacto del cuero de los asientos, el inserto metalizado de tablero y puertas, así como el alfombrado se sienten en verdad bien.

Por su parte, el centro del tablero está dominado por una pantalla táctil en formato vertical desde donde se controlan prácticamente todas las funciones del vehículo; desde la interfaz con el teléfono móvil que por cierto cuenta con compatibilidad para Apple Carplay y Android Auto, pasando por toda la configuración del vehículo, climatizador automático de dos zonas y demás.

Más abajo está una botonera delgada que nos permite controlar algunas funciones básicas del sistema de audio y seleccionar el modo de manejo. Fuera de lo anterior y salvo el freno de mano eléctrico, así como el botón de Auto Hold, no hay nada más.

El cluster de instrumentos es completamente digital, una pantalla de 12.3 pulgadas reemplaza a los relojes análogos, pero de igual forma los grafica. El diseño de esta interfaz está lejos de ser lo llamativa que resulta la de Audi y ya no digamos la de Peugeot.

Un aspecto que merece mención aparte es el sistema de audio que la marca denomina como “High Performance” y cuya principal característica, es que acomoda una gran bocina en la parte de arriba del tablero, justo al centro. Igual que aquel glorioso sistema Dynaudio que hace años ofrecía el Volvo S80, solo que en este caso, la idea fue quitar las bocinas de las puertas para brindar mayor espacio de carga, y ¡vaya que son huecos bien grandes! Cabe lo que sea en los revisteros y de paso, se ahorraron un par de bocinas e instalación en ese espacio.

Aun cuando se trata de un vehículo de dimensiones contenidas (4.4 metros), la Volvo XC40 ofrece excelente espacio para dos ocupantes adultos en la fila trasera, parece de un segmento superior en ese sentido.

Manejo refinado

Tras el volante, la Volvo XC40 se destaca como un producto silencioso, bien aislado y que ofrece un manejo refinado, no tiene esa viveza de reacciones o esa respuesta briosa que entrega un BMW. Es más bien un vehículo que te invita a manejar relajado y disfrutar del trayecto.

Lo anterior no significa que falte potencia o capacidad para atacar caminos con curvas con buen aplomo, de hecho al exigirle un poco, la XC40 te deja saber que se planta bien y puede rodar a muy buenos ritmos. La dirección retroalimenta bien, mientras que el sistema de frenos es efectivo y transmite confianza.

Bajo el cofre lleva un motor 4 cilindros de 2.0 litros con 254 hp y 258 lb-pie de torque se va acoplado a una caja automática de 8 velocidades que efectúa los cambios con total suavidad y que es encargada de enviar la potencia a las cuatro ruedas vía un sistema de tracción integral.

Primero la seguridad

Pocas marcas están tan comprometidas con la seguridad como Volvo y es cierto, quien no recuerda aquel chasco cuando presentaron el City Safety (frenado automático de emergencia a baja velocidad) y falló estrepitosamente, con lo cual el auto se impactó con fuerza frente a prensa de todo el mundo.

Pero años han pasado de aquel primer intento y en contraste, recientemente se liberó información de que nadie, en los últimos 15 años falleció en un accidente a bordo de una Volvo XC90 en el Reino Unido, probando así que Volvo no se equivoca al invertir tantos recursos en el tema de la seguridad. En su caso, la XC40 2019 ofrece, además de los sistemas ya obligados como bolsas de aire, ABS, ESP o cámara de reversa. Sistema de ayuda de permanencia de carril, Asistente semiautónomo de estacionamiento, detección de peatones y alerta de colisión con frenado de emergencia.

Conclusión

La Volvo XC40 no solo es capaz de competir frontalmente en contra de las propuestas de Audi, BMW o Mercedes-Benz, sino que en ciertos aspectos parece superarlas sin demasiado problema. No por nada fue nombrada Auto del Año en Europa.

Es cierto que el manejo no se caracteriza por ser ágil y divertido como en la BMW X2 por poner un ejemplo, pero no por ello cede en el terreno del confort o refinamiento, y cuando es necesario, responde adecuadamente.

Es cierto que en busca de tanto minimalismo, la ergonomía no es la mejor, por ejemplo la interfaz de la pantalla central táctil es relativamente complicada de utilizar, pero bueno, es un pequeño precio a pagar por ese estilo tan único y atractivo.

Todavía falta mucho camino para que Volvo tenga el posicionamiento y reconocimiento de marca como para ser considerada por todos los compradores un competidor frontal de la triada alemana, pero con el actual ciclo de producto, va en el camino correcto y el XC40 por el segmento al que pertenece, pudiera ser la mejor carta para acelerar ese proceso.

 

 

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