Primer contacto con la Honda Gold Wing 2018

Como parte de los esfuerzos por hacer crecer la división Powerhouse de Honda (motocicletas de alta cilindrada), la marca japonesa nos invitó a conocer – y a manejar- al mayor hito en su historia de las dos ruedas: la Gold Wing 2018 en su sexta generación. Y no fue una simple prueba sino que asistimos la lanzamiento mundial, primera vez para Motorette en un evento de este tipo; chinos, tailandeses, franceses rodamos poco más de mil kilómetros en un viaje de dos días por el estado de Texas, de Austin a Fredericksburg y de regreso, con un poco de lluvia y temperaturas de hasta -2 grados centígrados.

Todo comenzó con la presentación técnica, en donde se nos explicaron todas las mejoras que tiene este nuevo modelo, en sus versiones Gold Wing Tour, Gold Wing Tour DCT y Gold Wing Tour DCT Airbag. En cuanto al motor, mantiene los1,833cc pero con una reducción de 6.2 kilos de peso; le pusieron 24 válvulas, le sacaron 124Hp y 125 lb-pie de torque con una mayor eficiencia en el consumo de combustible (hasta 20%); incluyeron un acelerador throttle-by-wire y cuatro modos de manejo (Tour, Sport, Economy y Rain), que modifican la entrega de potencia, el control de tracción, la suspensión y los frenos.

En el apartado de la transmisión, una de las mayores innovaciones en la Gold Wing 2018 es la nueva caja DCT (doble embrague) de 7 velocidades de tercera generación que debo confesar, para una motocicleta con estas dimensiones es el mayor “must”. La verdad es que no me costó trabajo adaptarme a esta transmisión automática y si me preguntan cuál elegiría, sin dudarlo diría que la DCT. Mi primer contacto con una transmisión de este tipo fue con la Africa Twin hace un año aproximadamente y en esta GL no se comparan en nada la suavidad de marcha y los cambios. Las mejoras son latentes. La reversa se mantiene en ambas tranmisiones para facilidad de los usuarios e incorpora el asistente para arranque en pendientes (Hill start assist) y el Torque Control para evitar sustos en la rueda trasera.

Es más aerodinámica, lo que le permite mejorar el consumo de combustible en un 20%, a pesar de que el tanque de gasolina es 4 litros más pequeño que la versión anterior.

La suspensión delantera es otro punto totalmente nuevo en la Gold Wing, pues dejó de ser convencional y se convirtió en una moderna apuesta de doble horquilla que evita los movimientos bruscos de los brazos así como el “nerviosismo” en caminos en mal estado; además se movió 36 milímetros hacia delante para mejorar la posición de manejo. Así, quien va al frente puede ir viendo el trabajo constante de este sistema que después de varias horas en el camino, los brazos agradecen dicha función. La suspensión trasera es hidráulica y puede ser modificada para soportar a un pasajero y equipaje a través de un par de cambios en la computadora.  Para mí, que durante todo el trayecto tuve pasajero y equipaje,  descubrir esta función fue como el día y la noche, ya que los primeros 200 kilómetros tenía la configuración de suspensión trasera para el conductor.

En cuanto al info entretenimiento, la  Gold Wing 2018 tiene todos los gadgets que puedas imaginar. En el centro del panel de instrumentos hay una pantalla a color de siete pulgadas en la que puedes ver el navegador, sistema de sonido,  radio AM/FM/satelital, computadora de viaje; la incorporación de Google Android y Apple Car Play, además de puertos USB en una pequeña compuerta arriba del tanque de la gasolina donde puedes guardar tu teléfono y conexión vía Bluetooth. A su vez, el parabrisas, eléctrico y de posiciones no solo hace su función primaria, sino que ayuda a reducir el consumo de combustible gracias a su diseño, al igual que ocurre con las maletas, que son más pequeñas que en la versión anterior.  Como accesorios puedes incluir dos bocinas extra (de serie tiene dos) , un control para que el pasajero cambie las estaciones de radio a su antojo, puños y asientos calefactables para ambos pasajeros.

Después de dos días de manejar esta nueva Gold Wing en diferentes caminos del estado de Texas y descubrir sus más de 30 nuevas patentes en cuestiones de tecnología, estamos seguros que la meta de 12 mil motocicletas al año –tan solo en Estados Unidos- se logrará sin problemas. El reto será cuando llegue a México, que sin duda lo hará rondando el medio millón de pesos y la cultura en nuestro país no es como la norteamericana. La motocicleta bien vale cada centavo gracias a la enorme carga tecnológica y de diseño que la visten, vamos a ver qué estrategia siguen nuestros amigos de Honda de México en su división Powerhouse.  Por lo pronto, en Autocosmos vamos abriendo el apetito de sus futuros clientes.

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