Las condiciones climáticas en nuestro país son muy variables, bien dicen por ahí que hay algunos días en que podemos tener las cuatro estaciones del año presentes, comenzando con un día muy soleado, pasando por un poco de lluvia y fuertes vientos, hasta terminar con una noche fría y de bajas temperaturas. Pero muy pocas veces hemos tenido la fortuna, o tal vez no…, de que la nieve se haga presente, al menos no en la Ciudad de México, pero si en la parte norte del país, que es en donde encontramos los climas más extremosos.
Pero ¿qué pasaría si un día sales de tu casa el fin de semana y te encuentras con una enorme montaña de nieve? Seguramente tomarías un poco para aventárselo a tu hermano, o llenarías el buzón de tu molesto vecino.
Los canadienses al estar acostumbrados a este tipo de clima, ya no toman en cuenta estas cuestiones y únicamente se encuentran a la espera de que el removedor de nieve pase por la cuadra para recogerla lo más pronto posible, pero un ingenioso hombre de Montreal no se hizo esperar para bacilar al equipo de remoción.
Simon Laprise, un escultor de 33 años, tomó toda esa montaña blanca para moldear un coche, que tenía como único objetivo el de hacerle una broma a los quitanieve, pero debido al realismo que tenía el vehículo, el cual a su vez incorporaba un limpiador de parabrisas que habían encontrado tirado en la avenida, llamó la atención de la policía local ya que estaba aparcado en un lugar prohibido de uso exclusivo del equipo de remoción.
Los policías se acercaron para poner la multa que merecía ese conductor “inconsciente”, cuando cayeron en la realidad de que ese auto no era ni más ni menos que una obra de arte fabricada con mucho ingenio y una montaña de hielo. Al darse cuenta de esta cuestión, los policías rieron con la situación dejándole a Laprise una multa falsa acompañada de una nota que decía: “Nos has hecho la noche jajaja :)”
Afortunadamente los policías lo tomaron con humor y la noticia se extendió rápidamente por toda la Web, pero lamentablemente el vehículo protagonista fue destruido a la mañana siguiente por el malvado equipo removedor.
