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Industria

Venta de Kei Cars caen en Japón

Esto a causa de las restricciones gubernamentales impuestas desde 2014.

Venta de Kei Cars caen en Japón

Aunque no se sabe si fue para evitar la proliferación de más automóviles y consigo disminuir las emisiones de C02 y los problemas viales, o bien por el simple de hecho de recaudar más dinero a las arcas del gobierno, en 2014, Japón anunció el incremento de impuestos a los Kei Cars. Al parecer esta reglamentación ha surtido efecto, al menos en las ventas, ya que de 2.27 millones de unidades vendidas en el año que se implantó la subida en el gravamen, durante 2016 la cifra bajó a 1.72 millones.

Pero bueno, antes de continuar con los detalles de la disminución en las ventas, retomemos un fragmento de un artículo realizado en Autocosmos para recordar que son los Kei Cars:

Japón fue uno de los países más perjudicados luego de la Segunda Guerra Mundial, con dos bombas atómicas detonadas en su territorio, una industria diezmada y una población completamente desmoralizada; sí, una auténtica crisis. Frente a esta situación, el gobierno se apoyó en la legislación para intentar revitalizar la industria automotriz y la economía, con una idea que ya había sido explorada décadas antes por algunos países europeos: fabricar un auto popular.

Como la mayoría de los japoneses sólo podían costearse una moto, la premisa fue que el vehículo debía ser barato y ayudar a la movilidad, por lo que la cilindrada fue limitada en un comienzo a los 149 centímetros cúbicos y las dimensiones a 2.8 metros de largo y 1.0 m de ancho. Esta decisión se hizo ley un 8 de julio de 1949 y a partir de allí ha sufrido variaciones, muchas de ellas fruto de diversos reclamos formulados por los fabricantes.

Así es como al día de hoy tenemos los parámetros por los que podemos distinguir a un Kei Car desde su ficha técnica: motor de 660 cc con no más de 64 HP, (para llegar a esa potencia generalmente los impulsores están asistidos por un turbo y/o tecnología híbrida) una longitud de 3.4 metros, un ancho de 1.48 metros y una altura que no puede superar los 2.0 metros.

Es así como este segmento se volvió altamente competitivo en Japón, creando una cultura donde todos los fabricantes participan con algún modelo y ofreciendo variantes que van desde microdeportivos (como el Mazda AZ-1, el Suzuki Cappuccino o los más modernos Honda S660 y Daihatsu Copen Robe) hasta SUV, como el Mitsubishi Pajero Mini.

Aunque pareciera que este éxito y demanda se ha convertido en problema en Japón, dedibo a la gran cantidad de automóviles que además de generar más contaminación ha elevado el tráfico y la falta de lugares de estacionamiento.

Teniendo claro lo anterior, los analistas del mercado japonés suponen que esta disminución en las ventas por parte de estos pequeños debería ser mayor, debido a que la oferta y precio de autos híbridos y eléctricos que también ofrecen una gran eficiencia. Al parecer esta popularidad continuará en los consumidores japoneses, ya que este tipo de vehículos son muy atractivos por su precio accesible, estamos hablando que un Kei Car vale hasta $100,000 pesos mexicanos menos que un vehículo de tamaño convencional, y la practicidad que significa manejar un auto pequeño en las ciudades.

 

 

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