A unos días de que el huracán Harvey afectó gran parte de Texas en Estados Unidos, los daños materiales siguen sumando grandes perdidas humanas y económicas. Una de las muestras de la gravedad que trajo este fenómeno natural, es que al día de hoy más de medio millón de vehículos han quedado completamente destruidos al ser cubiertos o arrastrados por el agua.
Otro dato que nos indica de la magnitud de las lluvias torrenciales es que la cantidad de vehículos que quedaron inservibles duplica a los afectados por el huracán Sandy por su paso en Nueva York y Nueva Jersey en 2012.
Si bien el área metropolitana de Nueva York tiene más residentes que Houston, el número de vehículos por hogar es mucho más alto en la metrópoli de Texas. Eso significa que más vehículos estaban estacionados o resguardados cuando Harvey inundó la ciudad y sus alrededores.
Ante esta situación, algunos fabricantes de automóviles han anunciado descuentos para la compra de automóviles nuevos, mientras que otros están realizando donaciones económicas para a la Cruz Roja y a las autoridades locales. Al día de hoy, Ford ha aportado $200,000 dólares, Nissan $1,000,000 de dólares, Toyota $3,000,000 de dólares, Mazda $100,000 dólares, Volkswagen Group $150,000 dólares y Subaru $100,000 dólares.