De primera impresión, el nuevo SEAT León pareciera el más domesticado de los ejemplares pertenecientes al segmento de los “hot-hatch”, pues sus trazos generales son considerablemente armónicos con formas que en la mayor parte de su carrocería son sobrias y bien proporcionadas.
Este refinado aspecto contrasta con aquella segunda generación, cuyo estilo resultó muy bien recibido entre los amantes de las modificaciones y el tunning, gracias a su fuerte similitud con la versión que competía en el WTCC.
Esto no quiere decir que el nuevo León Cupra haya perdido su esencia deportiva, pues los elementos más nuevos en el diseño de este modelo se apegan bastante bien a tal filosofía.
Tal es el caso de la presencia de rediseñadas tomas de aire frontales, calipers en rojo, faldones laterales y la doble salida de escapes que además, desde que giramos la llave -pues no utiliza encendido por botón- hace que este hot hatch produzca un sonido bastante potente.
Un León maleable
Más allá de la siempre relativa apreciación estética, el nuevo Cupra tiene su mayor acierto cuando ejecuta la tarea para la que fue creado: ser manejado.
No importa si el uso de este modelo se requiere en una modalidad dócil bajo la configuración de manejo “Comfort” que permite sentir un vehículo suave y ligero o la preferencia de mayor desempeño bajo la programación “Cupra”.
Evidentemente, esta es la modalidad de manejo que más se disfruta, ya que una vez configurado bajo la programación “Cupra”. éste se torna en su lado más deportivo al modificarse suspensión, dirección, transmisión y la detonación de toda la energía que guarda el motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros.
Sin embargo, la cantidad de potencia en este modelo no es lo más destacable en su actualización, sino que lo más sobresaliente de éste es cómo entrega cada uno de los 290 caballos que lo convierten en el León Cupra más potente en la historia en nuestro país.
A esto me refiero con la sensación de potencia lineal, directa e inmediata reflejada en el alcance registro de aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 6 segundos.
La transmisión acoplada en este modelo es la DSG de seis velocidades que favorece a tener un manejo dosificable cuando se necesita someter al Cupra a aceleraciones súbitas para rebases o para alcanzar altas velocidades.
La cueva del León
Un factor que lo vuelve un ejemplar ajeno a lo acostumbrado en el segmento es la selección de materiales y colores para equipar su interior. Y es que mientras la normalidad en este tipo de autos dicta la presencia de colores chillantes y contrastantes entre sí, el más reciente León Cupra guarda una sobriedad que parece más cercana a la presente en un vehículo premium.
Tal apreciación es notable en algunos cambios significativos, como el reemplazo de las franjas blancas que rodeaban a los asientos delanteros por unas en color negro con textura que asemeja a una terminación en fibra de carbono.
Asimismo, el aspecto del habitáculo es bastante armónico al utilizar exclusivamente tonalidades negras y grises en los materiales como piel, alcántara, aluminio y plásticos suaves que sólo son contrastados por una tenue iluminación en los paneles de las puertas; misma que puede ser cambiada en siete distintos colores.
A todas luces tecnológico
El nuevo SEAT León Cupra aprovecha esta actualización para ponerse al día con los más demandados sistemas de infoentretenimiento, al ofrecer la posibilidad de vincular smartphones con las más recientes versiones de Apple CarPlay y Android Auto, además de poder proyectar la pantalla de los dispositivos a través de la plataforma MirrorLink.
Para favorecer las operaciones de sincronización, la pantalla de este modelo crece ligeramente para alcanzar las ocho pulgadas. Ésta es operada mediante una pantalla táctil y un par de botones al costado izquierdo que son mejor aprovechados cuando se utiliza la app SEAT Full Link, la cual permite tener al conductor la posibilidad de saber el estado del vehículo, registro de vueltas rápidas en situaciones de pista y además obtener información de navegación y el flujo de tránsito por la ruta recorrida.
En pocas palabras
Lo que podría ser un atributo para un sector del mercado, es una falta a la esencia de este modelo para el resto. Pues, aunque en términos de manejo y desempeño hay muy pocas cosas que reprocharle al nuevo Cupra, tal nivel de discreción estética nos deja una ligera insatisfacción.
Durante gran parte de la experiencia de manejo me costó creer que me encontraba a bordo de la versión más visceral de cualquier modelo SEAT de su catálogo.
La sobriedad en los interiores me hizo sentir más dentro de una versión premium del León que en una versión deportiva de éste. Asimismo, la uniformidad estética con la que SEAT ha decidido dotar a todos sus modelos, juega en contra del Cupra al tener que buscar los distintivos exteriores para saber de qué variante se trata.
No obstante, es entendible esta estrategia de la firma española para apelar a un mercado más maduro pues el nuevo Cupra es una opción que de manera discreta se coloca como la mejor opción del segmento superando con facilidad a ejemplares como el Peugeot 308 GT, Ford Focus ST y Renault Clio RS; que se colocan en el mismo rango de precio, a la vez que le planta una dura afrenta a grandes nombres como el Honda Civic Type R, siendo el nuevo Cupra casi 300 mil pesos más barato que modelos de esta categoría.