Luego de varias idas y vueltas, la compra por parte del Grupo PSA de las marcas Opel y Vauxhall, hoy bajo tutela de General Motors, parece estar encaminada. Con el acuerdo de las autoridades de competencia de la Unión Europea, restan detalles para que el grupo responsable de Peugeot, Citroën y DS adquiera las dos empresas con sede en Alemania y Gran Bretaña, respectivamente.
El plan de PSA incluye también a las operaciones de GM Financial Europe, idea que también depende de la aprobación de las autoridades de la competencia europea, cuya decisión se espera para la segunda mitad de año. De concretarse todo, PSA quedaría como el segundo conglomerado más importante del sector, sólo superado por el Grupo Volkswagen y dejando atrás a Renault-Nissan.
Patrice Lucas, Director de Programas y Estrategia del Grupo PSA, declaró en línea con esto, caracterizando lo ocurrido como "una etapa importante que hoy se superó. Los equipos ahora están concentrados en la realización de las otras condiciones necesarias para el cierre, previsto para fin de año".
GM se va despidiendo así de una marca que mantuvo durante casi 80 años, pero que en los últimos tiempos le generaba más que un dolor de cabeza debido a las grandes pérdidas económicas que resultaban de un mercado cada vez más difícil. PSA, por su parte, apuesta fuerte a un mercado que conoce, al mismo tiempo que prepara su aterrizaje fuerte en terreno desconocido: el mercado norteamericano.