A diferencia de lo que se pensaría bautizar un automóvil, es decir ponerle un nombre resulta ser una labor sumamente compleja. Además de que de debe de ir a acorde con el diseño, historia de la marca, y distinguirse de la competencia, debe de captar la atención de los consumidores. En algunos casos el simple el hecho de no llevar el nombre adecuado puede verse reflejado en el éxito de ventas.
Mientras que algunos buscan nombres originales, existen otros que fiel a su tradición bautizan a sus modelos con números o bien con iniciales. Sin duda los ejemplos más claros son Audi, Mercedes-Benz y BMW.
Pero bueno, dentro de toda esta compleja tarea de asignar un nombre a los automóviles, existen una serie de modelos que tuvieron que cambiar su designación debido a que otros fabricantes ya tenían el registro.
A continuación presentamos algunos ejemplos de los vehículos que tenían un nombre diferente antes de su producción y por diversas razones, cada empresa optó por cambiarlo.
