El célebre piloto japonés Takuma Sato (Andretti Autosport) se convirtió en el primer nipón en ganar las míticas 500 Millas de Indianápolis al imponerse en la edición número 101 de esta legendaria carrera. El expiloto de F1 se impuso en el Indianapolis Motor Speedway por delante del brasileño Helio Castroneves (Team Penske), que rozó su cuarto triunfo, y el debutante Ed Jones (Dale Coyne Racing).
La parte final de la prueba la carrera se convirtió en un duelo entre Sato, Castroneves y el novato Ed Jones como invitado. Sato y Castroneves se quedaron ya como únicos aspirantes en las últimas vueltas. El empuje del japonés fue demasiado para el brasileño, que cruzó victorioso la línea de meta para convertirse en el primer japonés en ganar la legendaria carrera.
El español Fernando Alonso, eventual compañero del vencedor, no tuvo fortuna ya que un problema en el motor lo obligó a abandonar cuando restaban 20 vueltas. No obstante, el bicampeón de Fórmula 1 causó una buena impresión. Tras largar quinto, lideró durante algunas vueltas y estaba en el grupo puntero al momento del incidente.
La prueba tuvo un espectacular accidente durante la 52ª vuelta de las 200 pactadas protagonizado por el neocelandés Scott Dixon, el poleman que voló por los aires tras chocar con el inglés Jay Howard. Otro accidentado fue Buddy Lazier, en la vuelta 125, mientras que Ryan Hunter-Reay rompió el motor en la vuelta 138.
Dixon, que partía desde la primera plaza, no pudo evitar el choque con Howard, que se le cruzó en la pista tras impactar contra el muro, y el golpe hizo que su monoplaza volara por los aires y fuera a parar directamente contra el muro interior. Afortunadamente, Dixon abandonó el automóvil por su propio pie.
Thank you everyone for many messages! Can't thank enough the support I've got. Great team effort @FollowAndretti #Indy500 pic.twitter.com/Ul6QVYRHP1
— Takuma Sato (@TakumaSatoRacer) 29 de mayo de 2017
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El accidente de Dixon
