Infiniti es una marca muy joven en la escena de los fabricantes de autos de lujo, nace en 1989 para competir en el mercado norteamericano apenas unos meses después que Lexus filial de lujo de Toyota y tres años después de que Acura, el brazo premium de Honda hiciera lo propio.
El objetivo Infiniti era claro, arrebatar un pedazo del pastel a las todo poderosas alemanas BMW y Mercedes-Benz, – en aquel momento Audi no era un jugador relevante – aunque también tenían en la mira los esfuerzos de sus rivales como Lexus, Acura e incluso Cadillac, Volvo y Lincoln.
Curiosamente, la firma no existió en Japón hasta hace muy poco, 2013 cuando fue lanzada de la mano de su producto clave en la actualidad, el sedán deportivo Q50. Y es que los vehículos comercializados como Infiniti en EU desde siempre se vendieron en Japón, solo que bajo el paraguas del emblema de Nissan, por mencionar algunos; el G37 – predecesor del Q50 – llevaba en la tierra del sol naciente el emblemático nombre Skyline, mientras que el Q70 era comercializado como Nissan Fuga.
Luego de 27 años, el enfoque es diferente, Infiniti se está expandiendo rápidamente a nivel global y cuenta ya con operaciones sólidas en los mercados más importantes del mundo además de EU como China o Europa y cerró el año pasado con ventas por más de 230 mil unidades. Todavía muy lejos de las 2 millones de unidades que le permitieron a Mercedes-Benz tomar el trono como el fabricante de autos de lujo número uno del mundo de 2016 desbancando a BMW.
Roland Krueger, Presidente de Infiniti Motor Company y ex Vicepresidente de BMW tiene muy claro que tienen un largo camino por delante, el ejecutivo Alemán tiene muy claros cada uno de los pasos que le permitirán a Infiniti convertirse en un jugador preponderante en los próximos años.
QX50, de México para el mundo
La gran estrella y motivo por el que nos sentamos a platicar con Roland Krueger durante este Auto Show de Detroit es el debut mundial delc QX50 Conept, que es 90% fiel al vehículo de producción que llegará a competir en la segunda categoría más importante del mercado de lujo, en la que participan la Audi Q5 como la más vendida, así como Mercedes-Benz GLC, BMW X3, Volvo XC60, etc.
La QX50 2018 se empezará a producir en noviembre de este año y muy sonriente Krueger nos confirmó que será nada menos que en la nueva planta llamada Compas que tienen en joint venture con Mercedes-Benz en el estado de Aguascalientes, México. Las primeras unidades llegarán a los mercados principales a inicios del próximo año.
Claramente diferenciados de Nissan
Uno de los principales problemas que enfrentan las marcas de lujo que forman parte de grandes fabricantes de volumen, es que en ocasiones les cuesta mucho diferenciar bien sus productos. Lo hemos visto en numerosas ocasiones, un Lincoln que tantos elementos con su menos costosa contraparte de Ford que al final pierde su identidad como producto premium y carece de propuesta de valor. Casos que también hemos visto en Cadillac o Acura por mencionar algunos más. Esta es una de las razones que hicieron desaparecer a marcas completas como Mercury u Oldsmobile.
Infiniti tampoco está exenta de estos riesgos, y cuenta con casos como el de la QX60 que comparte plataforma y numerosos componentes mecánicos con la Pathfinder, sin embargo la diferenciación en términos estéticos, de calidad de materiales y equipamiento está muy bien lograda, con lo cual ambas apuntan a nichos de mercado diferentes de manera exitosa.
Q50 o Q70 en contraste son animales totalmente distintos, puramente premium que se caracterizan por emplear plataformas de tracción trasera. Sin embargo, en el futuro Infiniti pretende diferenciarse todavía más de Nissan desarrollando sus propias tecnologías y manteniéndolas en exclusiva para sus modelos, al menos por un buen tiempo.
Tal es el caso del innovador motor de compresión variable VCT de 2.0 litros que debutará en el QX50, del cual se originaron 300 patentes para la alianza y que tomó 20 años para ser desarrollado.
¿Y el Infiniti eléctrico, para cuándo?
Nissan es la marca que más vehículos eléctricos vende en el mundo, el Leaf es por mucho el modelo más exitoso del mercado, sin embargo teniendo en cuenta esto, así como el inusitado éxito de Tesla, resulta intrigante el hecho de que Infiniti no cuente aun con un modelo 100% eléctrico o incluso un Plug-in Hybrid.
Ante este cuestionamiento, Krueger comenta que el expertise de la alianza Renault – Nissan en materia de eléctricos ya se está utilizando en las variantes híbridas del Q50 y QX60, aunque también nos confirmó que la firma ya está desarrollando su propio modelo completamente eléctrico que debiera llegar en 2020.
¿El buque insignia?
Los grandes sedanes de lujo representan el pináculo de lo que son capaces de hacer las marcas premium. Es así como el Clase S de Mercedes o el Serie 7 de BMW funcionan como punta de lanza en materia de técnica, innovación y lujo para sus respectivos fabricantes.
Dado lo anterior era una pregunta obligada si Krueger ve la participación de Infiniti en ese pequeñísimo segmento. Sin embargo de manera cándida y honesta, el ejecutivo contesta que Infiniti está consciente de cuál es su posicionamiento y sus limitaciones actuales, por lo que no veremos un sedán de ese tamaño en el corto plazo. Despidámonos del Q80 que vimos a manera de concepto hace un par de años por lo pronto.
Sin embargo también nos confirmó que la marca ya trabaja en el reemplazo del Q70, que mantendrá como su sedán más grande en el corto y mediano plazo. Cabe recordar que el Q70 es un contendiente en el segmento de los bien percibidos Clase E, Serie 5 y A6.
Infiniti y la F1
Por último, ante la pregunta sobre los beneficios que tuvo la marca durante su presencia como marketing sponsor de la escudería de Red Bull, Krueger confiesa que en aquel escenario el rédito fue en el mejor de los casos la ganancia de conocimiento y prestigio para Infiniti.
Sin embargo ahora que el equipo es propiedad de Renault, Infiniti tiene una alianza de ingeniería con la escudería para desarrollar las avanzadas tecnologías que requieren los Fórmula 1 para luego trasladar el conocimiento obtenido al desarrollo te tecnologías para los autos de calle.
Este programa también contempla la Infiniti Engineering Academy, en donde estudiantes de ingeniería de todo el mundo compiten por lograr una de las cinco posiciones que hay para trabajar en el equipo de F1 durante seis meses, una oportunidad que definitivamente les cambia la vida.