Ahora son los empleados de Grupo Volkswagen los que sufrirán las consecuencias del Dieselgate, ya que la compañía recortará más de 23,000 puestos de trabajo en Alemania durante los próximos cinco años.
De acuerdo con la compañía alemana, este plan de reducir la plantilla de 600,000 trabajadores servirá para aumentar rentabilidad y la competitividad de la compañía. Igualmente este acuerdo de despedir empleados se debe a que Volkswagen se enfocará en la fabricación de vehículos eléctricos, mismos que para su producción requieren menos personal debido a que son menos complejos que los automóviles de combustión interna. En cifras, esta medida permitirá al Grupo Volkswagen elevar aumentar el margen de beneficio operativo del 2 al 4 por ciento.
Al mismo tiempo, Volkswagen ha acordado con los sindicatos crear 9,000 nuevos puestos de trabajo en distintas regiones del mundo para el desarrollo y producción de autos eléctricos y autónomos, así como una inversión de 3 mil 500 millones de euros.