Infiniti, la filial de lujo de Nissan quiere seguir creciendo en el mercado mexicano. Es un reto sumamente ambicioso, consolidarse en el segmento premium dominado por la triada alemana Audi, BMW y Mercedes-Benz.
En Infiniti lo saben mejor que nadie, alcanzar a los bien posicionados teutones no será fácil, ni rápido, sin embargo están convencidos de que están dando pasos firmes y en la dirección correcta. Los números por lo menos así lo demuestran, y es que la firma crece a ritmo del 30% en 2016, el doble que el resto de la industria, además cuenta ya con 9 distribuidores y la red crecerá 40% más para lo que resta del año.
La gama de producto se ha renovado prácticamente en su totalidad, a las renovaciones del sedán grande Q70 y la exitosa SUV de 3 filas de asientos QX60, le debemos sumar la variante 400 Sport del Q50, cuyas capacidades dinámicas y excepcional V6 biturbo de 3.0 litros con 400 hp le permite competir frontalmente con lo más selecto de la Serie 3, Clase C y A4.
La marca sabe perfectamente el papel que juegan los SUVs en el mercado premium moderno, razón por la cual, el vehículo que hoy nos ocupa ataca justamente a la parte de entrada de esta lucrativa y creciente categoría de los SUVs compactos donde tenemos exponentes como BMW X1, Audi Q3 y por supuesto el Mercedes-Benz GLA que está emparentado con el Infiniti QX30, ya que ambos modelos comparten muchos de sus componentes.
Si observamos detenidamente la botonería del volante multifunción, controles de los vidrios o asientos eléctricos e incluso la llave, es donde aparecen los genes de la estrella de 3 puntas. La plataforma es la misma, pero la cosa no para ahí, el 2.0 litros turbo y la transmisión de doble clutch también son de origen Mercedes. Aun con lo anterior el Infiniti QX30 tiene identidad propia y está perfectamente bien diferenciado, tanto en el apartado estético como en el manejo. Aún con lo anterior en ningún momento se siente como un rebadge.
El Manejo
Viajamos a la ciudad de Seattle en EU para este primer contacto con el nuevo SUV compacto de Infiniti. Bajo el cofre encontramos un cuatro cilindros de 2.0 litros turbo que entrega 208 hp y 258 lb-pie de torque y que se acopla a una transmisión DCT de doble clutch y siete velocidades que para las versiones destinadas a México envía la potencia al tren delantero.
Infiniti comisionó a un grupo de más de cien personas para asegurarse de que el manejo y la experiencia en el habitáculo resultaran completamente alineados a los parámetros establecidos por la marca, en primera instancia tenemos una marcha más firme en comparación con la GLA, la QX30 2017 tiene una orientación más deportiva, se nota en la rigidez de la suspensión y el tacto de la dirección. Es silenciosa y genera exitosamente una experiencia premium en el interior.
El propulsor cuenta con potencia de sobra, las 258 libras se hacen sentir con facilidad y la QX30 acelera de manera contundente. Si bien es cierto, las carreteras de nuestro vecino país del norte con esos estrictos límites de velocidad no son precisamente el ambiente idóneo para conocer todas las capacidades de un vehículo, si tuvimos suficiente oportunidad para algo de sus capacidades. Al llegar a los caminos sinuosos flanqueados por densas concentraciones de árboles, en donde por cierto no sería raro ver en el verano uno que otro Oso Grizzly, el QX30 nos enseñó su comportamiento en curvas, hay que decir que va muy bien plantado y transmite mucha confianza para andar rápido, se planta en el camino mucho más como un deportivo que como una camioneta, lo cual es una gran noticia.
Cuenta con tres modos de manejo, Eco que privilegia los consumos y efectúa los cambios a bajo régimen de giro, Sport en donde el funcionamiento es justo al contrario y en donde podemos jugar mucho con las paletas de cambio ubicadas detrás del volante y otro último que es el Default y que podríamos describir como un balance entre los otros dos antes mencionados.
El interior
Hablábamos anteriormente de la cantidad de recursos que asignó Infiniti para que el QX30 tuviera una personalidad propia y gran parte de este trabajo se tenía que hacer en el interior, si bien es cierto parte de la botonería es innegablemente Mercedes-Benz, el habitáculo en general es muy Infiniti.
Las formas son radicales, igual que los diseños exteriores de la marca. La calidad de materiales y ensamble es intachable y encontramos elementos propios del segmento de lujo como los asientos forrados en combinación de cuero Nappa y alcántara, excelente aislamiento acústico, techo panorámico, climatizador automático de dos zonas con salidas en la parte trasera y un sistema de info – entretenimiento con pantalla táctil de 7” y sistema de audio de 10 bocinas firmado por Bose.
Aunque la cabina se siente envolvente, el espacio interior es adecuado para cuatro adultos, mientras que el área de carga es bastante buena.
Seguridad
En el segmento de lujo, elementos como ABS, ESP o bolsas de aire son ya una obligación y por lo tanto sería imperdonable que la QX30 no los ofreciera.
Evidentemente no es el caso y la Infiniti QX30 va mucho más allá en materia de equipamiento de seguridad, ya que encontramos cámara de visión de 360°, sensores de estacionamiento tanto delanteros como traseros, sensor de presencia en punto ciego, Sistema de prevención de colisión frontal, alerta de cambio de carril y control de crucero adaptativo.