Seguramente más de uno se rascará la cabeza y dirá ¡Esos de Autocosmos se volvieron locos! ¿Cómo se les ocurre comparar dos vehículos tan distintos? Bueno pues lo descabellado de este comparativo es lo que lo hace interesante, ya que ambos monumentos a la ingeniería sirven para lo mismo… ¡Ir lo más rápido que se pueda!
Con ustedes pues, el Mustang y el 911, pero no se trata de cualquier Mustang o cualquier Porsche, estamos frente al Shelby Mustang GT350 y al 911 GT3 RS. No es una comparativa de precios, ya que el Shelby GT 350 vale $1,039,000 y el GT3 RS la friolera de $3,600,000 pesos
¿Entonces qué rayos tienen en común estos vehículos?
Ambos son versiones extremadamente radicales de sus contrapartes –El Ford Mustang y el Porsche 911-, son unas piezas de ingeniería de punta, con los dos puntos de vista, el estadounidense que siempre optará por decenas y decenas de caballos de poder y el alemán que busca la perfección dinámica además de una descomunal potencia.
El Shelby es una reinterpretación de aquel modelo de los años sesenta, creado por Carroll Shelby en 1965. El número 350 no hace referencia al desplazamiento, ni a la potencia, el 350 nos indica la distancia en pasos –del mismísimo Carroll Shelby- entre la oficina de Ford en Los Angeles y su taller.
Por su parte Porsche empieza a utilizar la nomenclatura RS que significa Rennsport en el 911 Carrera RS de 1973. En esos años había pocas diferencias visuales entre un 911 “a secas” y un 911 RS. Las versiones “casi” de pista tenían menos peso, incluso los vidrios eran más delgados, mejor suspensión y el único distintivo visual era la “Cola de Pato” en la tapa del motor.
Ya que sabemos los orígenes de ambos, remontémonos de nuevo al presente y conozcamos las cifras de cada uno de estos monstruos devoradores de pistas.
El Ford Mustang Shelby GT 350 porta un V8 colocado en disposición longitudinal central delantera de 5.2 litros de aspiración natural dotado de un cigüeñal plano. Para explicarlo mejor imaginemos que el V8 se divide en dos y con la configuración de cigüeñal plano hará que cada bancada de cilindros trabaje en pares, es decir, mientras dos cilindros se encuentran en punto muerto inferior, los otros dos están en punto muerto superior, la masa oscilante permite una aceleración más rápida, mientras que la alta eficiencia mejora la potencia en altas revoluciones, justo en donde los motores V8 con cigüeñal transversal empiezan a perderla.
Bueno, después de la clase de física regresemos al Shelby que entrega 526 hp de fuerza en un rango de las 7,500 rpm. La fuerza de torque es descomunal, 429 Lb-pie a las 4,740 vueltas del motor y la zona roja del tacómetro se sitúa a las 8,250 vueltas. Toda esa fuerza se envía mediante una transmisión manual de seis cambios al eje posterior mediante un cardán de materiales compuestos. La relación de peso potencia del Shelby es de 3.2 kilos por HP de fuerza, tomando en cuenta que pesa 1,705 Kg.
Hablando del Porsche 911 GT3 RS descubrimos que tiene un motor de cilindros encontrados (bóxer) colocado en posición extrema trasera (detrás del eje) de 4.0 litros y de inyección directa, que nos entrega 500 hp en el rango de las 8,250 revoluciones y genera una fuerza de torque de 340 Lb-pie a las 6,250 rpm. La fuerza es transmitida al eje trasero mediante una transmisión de doble embrague denominada PDK y que quiere decir Porsche Doppelkuppungsgeitriebe de accionamiento automático-manual de siete relaciones y además cuenta con un diferencial autoblocante.
Las cifras son menores analizando los números fríos, pero haciendo un poco de aritmética obtenemos que la relación peso potencia es de: 2.99 kilos por HP de fuerza, tomado en consideración los 1,495 kg de peso.
El Mustang recurre al conocido y eficiente sistema McPherson en el eje delantero y por primera vez en un Shelby la suspensión trasera es independiente con un sistema de amortiguación Magneto-Reológica,. ¿Qué demonios significa esto? bueno es que los amortiguadores están cargados de un fluido que puede cambiar su viscosidad en milisegundos con una excitación electromagnética. Con este conjunto de suspensión es mucho más fácil tener el control de los más de 500 hp con los que cuenta el Shelby.
Los rines y llantas son de 19 pulgadas en ambos ejes, pero las llantas traseras son mucho más anchas, los frenos son de disco flotante delanteros de seis pistones 15.5 pulgadas y traseros de cuatro pistones de 15 pulgadas.
El Porsche GT3 RS tiene el mismo tipo de suspensión delantera, McPherson, con triangulo inferior y la suspensión trasera también es multibrazo con la salvedad que es direccional. Sí, así como lo escuchas, el eje trasero también gira cuando se mueve el volante y está dotado de amortiguadores con ajuste electrónico, que son parte del paquete denominado PASM (Porsche Active Suspension management) de Porsche.
Los frenos son Brembo carbonocerámicos de 15 pulgadas en ambos ejes, los rines tienen el sistema rápido de fijación llamado Center Lock, usado en las carreras y son de 20 x 9.5 pulgadas adelante y de 21 x 12.5 atrás.
Las velocidades máximas y el 0 a 100 son:
Shelby GT 350
0 a 100 en 4 segundos
Velocidad máxima: 297 km/h
Porsche GT3 RS
0 a 100 km/h: 3.3 segundos
0 a 200 Km/h: 10,9 segundos.
Velocidad Máxima: 310 km/h
Conclusión
Son dos vehículos con nulas similitudes estéticas, ambos están creados con la premisa de ir lo más rápido posible y son poco comparables. Con lo que vale un GT3 RS se compran tres GT350 y todavía sobra, pero lo importante de ambos vehículos es su esencia, su estilo, su finalidad y aunque ustedes no lo crean un Shelby GT 350 en buenas manos puede hacer sufrir a un GT3 RS.
Son dos joyas de distintas coronas, el Shelby evoca el nacimiento de los Muscle Cars y rinde un homenaje a Carrol Shelby su creador espiritual, el Porsche GT3 RS es el tributo que le rinden los ingenieros alemanes a las creaciones de Zuffenhausen.
Shelby GT350 vs Porsche GT3 RS