La erupción del volcán chileno Calbuco, ya pasó de la amenaza para efectivamente afectar a buena parte del terriorio del cono sur.
En México no estamos exentos de estos eventos, ya que los volcanes de Colima y el Popocatepetl siguen activos
Si bien la mayoría de los conductores presta atención al cuidado de la pintura y cristales debido al efecto abrasivo de las cenizas, es la mecánica la que puede salir más afectada. Los vehículos cuentan con filtro que cuida el motor de toda la suciedad que flota en el aire, oportunamente denominado "filtro de aire". A medida que va cumpliendo su función, la acumulación de impurezas va restringiendo el flujo del aire hacia el motor provocando dos grandes problemas: disminución de potencia y aumento del consumo de combustible. La ceniza juega aquí un factor importante ya que queda impregnada en el filtro con un efecto más obstructivo que la tierra.
Normalmente, un filtro de aire se debe cambiar cada año o 15.000 km si es original, cifra que disminuye a más de la mitad si es de “marcas alternativas”. Todo dependerá también del uso que se le dé al vehículo, como en zonas rurales donde el polvo juega un papel desencadenante. En caso de querer cerciorarse personalmente solo hay que extraer el filtro y abrir sus láminas para encontrar el particular polvillo acumulado, que se diferencia por ser más claro que la tierra y gris. Intentar limpiarlo con un soplete u otros medios resulta inútil ya que las partículas de suciedad se encuentran impregnadas. Hay que aclarar que las cenizas no afectan otros filtros como los de combustible o aceite, al menos en los vehículos modernos (hasta 10 años aproximadamente) lo mejor será en este caso reemplazar el filtro.
En zonas donde hubo mayor cantidad de ceniza esparcida, se recomienda también sopletear el radiador para eliminar los depósitos que pueden afectar la circulación de aire a través de sus láminas, provocando un mayor calentamiento del motor.
La recomendación es siempre visitar un taller oficial o un mecánico de confianza y cambiar el filtro de aire si no se ha hecho desde la última vez que las cenizas del volcán sobrevolaron la ciudad. El valor de un filtro es muy inferior al que puede causar el constante incremento en el consumo de combustible o un desperfecto mecánico.
Cabe recordar que si tu auto queda cubierto de cenizas (y no le pusiste una funda protectora) para proteger la pintura es importante que no lo limpies con un trapo seco o con una escoba, ya que las partículas de ceniza son muy abrasivas. Lo ideal es usar aire comprimido o un soplador, aunque mojarlo con agua tratada también puede ayudar si está disponible. Eso sí, cuando lo hagas, no te olvides de usar una mascarilla para protejer tus pulmones y lentes protectores para los ojos, elementos más importantes que cualquier pieza mecánica y de los que no vamos a encontrar repuesto.