Todo era expectativa por conocer, bien de cerca, de qué se trata la naciente Fórmula E, esta categoría que tiene como principal y sobresaliente característica que sus coches son impulsados por motores eléctricos. La especialidad, que lleva adelante su primer certamen en circuitos urbanos de las principales ciudades del mundo, desembarcó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para en el trazado de Puerto Madero desarrollar la cuarta fecha de este torneo inaugural.
En una jornada soleada, con bastante calor, una aceptable cantidad de público (no hubo cifras oficiales pero se habló de unas 8,000 personas) fue testigo de una muy entretenida competencia, sobre el final con excesos de algunos competidores. Haciendo valer su pole position, el suizo Sebastien Buemi fue quien marcó el camino en la primera parte de la prueba. Debido a la alta temperatura, y dado que a partir de los 58 grados las baterías comienzan a perder rendimiento, los equipos les pidieron a sus pilotos que cuiden el consumo. Sin embargo, el ingreso del auto de seguridad en la 17º vuelta para retirar el coche del indio Karun Chandhok cambió el desarrollo de la prueba. “Ha sido una competencia muy rara, que me cuesta entender en este momento. La veré varias veces en mi casa y veré si puedo hacerlo, especialmente con el safety car”, contó el español Jaime Alguersuari, cuarto a la postre. Con el AS en la pista, muchos aprovecharon para cambiar sus autos (se utilizan dos coches por cada prueba).
Finalmente, el cuarto líder que tuvo la prueba fue quien festejó la victoria. Buemi y Luca di Grassi sufrieron el siempre temido golpe en un circuito callejero. Primero el suizo y luego el brasileño le pegaron a la pared y rompieron la suspensión de sus autos cuando eran líderes. Allí tomó el mando el alemán Nick Heidfeld aunque luego sería sancionado por no respetar la velocidad máxima en los pits en el cambio de vehículo (no funcionó el botón limitador), y allí apareció Antonio Felix da Costa quien no desaprovechó la oportunidad y se fue ganador de la Argentina luego de arrancar desde el octavo lugar.
“Fue una carrera muy entretenida y divertida. Es mi primera vez en la Argentina y recordaré esta visita siempre. Lo que más rescato, más allá de la victoria lógicamente, es que seguimos mejorando con el coche y con el equipo. Tenemos que mantener el ritmo competitivo y pensar en las cinco carreras que quedan del torneo para seguir progresando”, dijo el portugués de 23 años quien es piloto de pruebas del equipo Red Bull de Fórmula 1, además de defender los honores de BMW en el DTM.
En notables avanzadas, Nicolas Prost y Nelson Piquet Jr., quienes largaron séptimo y noveno respectivamente, completaron el podio con dos apellidos ilustres de la Fórmula 1 que hoy, con sus sucesores, son animadores de la flamante Fórmula E. “Es un resultado muy positivo, más de lo esperado por la posición de partida. Me sentí muy bien con el coche, aunque cuidamos demasiado la energía y nos terminó sobrando. Tenemos que seguir por este camino”, dijo el francés de 33 años quien escaló hasta la cuarta posición en el torneo el cual sigue siendo liderado por Di Grassi.
Por su parte, el brasileño también mostró su satisfacción por el tercer puesto aunque podría haber sido mejor. ¿Por qué? “Hubo una confusión con el equipo y me dijeron que estaba con una vuelta menos. Por eso no peleé más la posición y hasta di margen a los de adelante para buscar la vuelta rápida que entrega dos puntos. Pero, sobre el final, me dijeron que estaba tercero y que tratara de apretar…”, dijo el hijo del tricampeón mundial de F1. “Es bueno ver al apellido Prost y Piquet en un podio. Ojalá algún día se pueda volver a dar un Senna-Piquet”, concluyó el piloto de 29 años.
En una jornada soleada, con bastante calor, una aceptable cantidad de público (no hubo cifras oficiales pero se habló de unas 8,000 personas) fue testigo de una muy entretenida competencia, sobre el final con excesos de algunos competidores. Haciendo valer su pole position, el suizo Sebastien Buemi fue quien marcó el camino en la primera parte de la prueba. Debido a la alta temperatura, y dado que a partir de los 58 grados las baterías comienzan a perder rendimiento, los equipos les pidieron a sus pilotos que cuiden el consumo. Sin embargo, el ingreso del auto de seguridad en la 17º vuelta para retirar el coche del indio Karun Chandhok cambió el desarrollo de la prueba. “Ha sido una competencia muy rara, que me cuesta entender en este momento. La veré varias veces en mi casa y veré si puedo hacerlo, especialmente con el safety car”, contó el español Jaime Alguersuari, cuarto a la postre. Con el AS en la pista, muchos aprovecharon para cambiar sus autos (se utilizan dos coches por cada prueba).
Finalmente, el cuarto líder que tuvo la prueba fue quien festejó la victoria. Buemi y Luca di Grassi sufrieron el siempre temido golpe en un circuito callejero. Primero el suizo y luego el brasileño le pegaron a la pared y rompieron la suspensión de sus autos cuando eran líderes. Allí tomó el mando el alemán Nick Heidfeld aunque luego sería sancionado por no respetar la velocidad máxima en los pits en el cambio de vehículo (no funcionó el botón limitador), y allí apareció Antonio Felix da Costa quien no desaprovechó la oportunidad y se fue ganador de la Argentina luego de arrancar desde el octavo lugar.
“Fue una carrera muy entretenida y divertida. Es mi primera vez en la Argentina y recordaré esta visita siempre. Lo que más rescato, más allá de la victoria lógicamente, es que seguimos mejorando con el coche y con el equipo. Tenemos que mantener el ritmo competitivo y pensar en las cinco carreras que quedan del torneo para seguir progresando”, dijo el portugués de 23 años quien es piloto de pruebas del equipo Red Bull de Fórmula 1, además de defender los honores de BMW en el DTM.
En notables avanzadas, Nicolas Prost y Nelson Piquet Jr., quienes largaron séptimo y noveno respectivamente, completaron el podio con dos apellidos ilustres de la Fórmula 1 que hoy, con sus sucesores, son animadores de la flamante Fórmula E. “Es un resultado muy positivo, más de lo esperado por la posición de partida. Me sentí muy bien con el coche, aunque cuidamos demasiado la energía y nos terminó sobrando. Tenemos que seguir por este camino”, dijo el francés de 33 años quien escaló hasta la cuarta posición en el torneo el cual sigue siendo liderado por Di Grassi.
Por su parte, el brasileño también mostró su satisfacción por el tercer puesto aunque podría haber sido mejor. ¿Por qué? “Hubo una confusión con el equipo y me dijeron que estaba con una vuelta menos. Por eso no peleé más la posición y hasta di margen a los de adelante para buscar la vuelta rápida que entrega dos puntos. Pero, sobre el final, me dijeron que estaba tercero y que tratara de apretar…”, dijo el hijo del tricampeón mundial de F1. “Es bueno ver al apellido Prost y Piquet en un podio. Ojalá algún día se pueda volver a dar un Senna-Piquet”, concluyó el piloto de 29 años.