Antecedentes
Si alguna vez has intentado usar una moto deportiva como transporte de todos los días sabrás que no es tarea fácil (conozco a un par de personas que de todas formas lo hacen), la aceleración llega muy arriba en el tacómetro, la posición de manejo es cansada y el calor generado por el motor no se alcanza a disipar adecuadamente provocando que sea transferido a tus piernas o al asiento.
Teniendo lo anterior en mente, para 2014 BMW lanzó una propuesta diferente que aunque la cataloga como una Roadster, en realidad en el resto del mundo se le conoce como Streetfighter, una moto de gran cilindrada, naked y que puede ser utilizada todos los días y en ciudad.
Se desprende de la Superbike de la marca, la S1000 RR, pero le quitaron una R al final para dar a entender que se trata de una moto más “civilizada” y no tan Racing como la primera.
La estética está muy apegada a la ideología de diseño asimétrica al frente y el carenado es prácticamente inexistente.
Características técnicas y mecánicas
Al estar basada en la S1000 RR, encontramos el mismo motor de cuatro cilindros 1,000cc sólo que en lugar de entregar los 193 Hp de la superbike, gracias a algunos cambios internos, eroga 160Hp manteniendo el mismo torque de 82 Lb-pie pero en un rango de revoluciones mayor, aplanando la curva y permitiéndote hacer los cambios a más bajas revoluciones sin sentir esa pérdida de potencia. La transmisión es la misma manual de seis velocidades con asistente de cambio (para hacer los cambios sin clutch) sólo que ahora además éste actúa para los cambios descendentes.
Al ser una moto civilizada, el manillar está más abierto y arriba, entregándote una posición de manejo más erguida y relajada. Esto definitivamente se agradece si pasas mucho tiempo manejando.
El tanque de gasolina tiene una capacidad de 17.5L que le da una autonomía de entre 200 y 230 Km dependiendo de qué tan agresivo seas con el acelerador.
Esto cubre lo más básico pero con BMW no siempre termina ahí, pues además encontramos la suspensión adaptativa configurable que cambia el nivel de amortiguación (Sport, Normal y Confort) y toda la electrónica para entregar tres modos de conducción (Dynamic, Road y Rain) en los que se afecta la entrega de poder, la sensibilidad del acelerador y la intrusión de los sistemas de asistencia como el ABS y control de tracción.
De esta forma, el modo Rain es el más dócil pues en lugar de entregar los 160 Hp que normalmente entregaría, se limita a 130 Hp, además de que el acelerador es menos agresivo y el control de tracción y ABS entran mucho antes para evitar cualquier deslizamiento.
El modo Road es el que se utiliza todos los días pues el motor entrega todo su poder y las asistencias de seguridad se mantienen al margen. Por más que quieras acelerar, en este modo la rueda delantera se mantendrá pegada al piso gracias al control de tracción.
Finalmente el modo Dynamic se recomienda sólo para pilotos experimentados y en situaciones controladas seguras ya que desconecta el control de tracción y si así se requiere, también puedes entrar en el modo Dynamic Pro en el que se desconecta el ABS en la llanta trasera para así tener control total de lo que sucede con la moto.
Manejo
Como comentamos líneas arriba, lo primero que llama la atención al subirte a la BMW S1000 R 2015 es la posición de manejo ya que aunque sí es un poco picada, los pies no van tan arriba y el manillar está a buena altura, entregando una posición bastante cómoda.
Algo que nos llamó la atención es que la palanca de clutch no tiene ajuste así que tienes que acoplarte a la altura de corte del embrague.
El cuadro de instrumentos se compone por un tacómetro análogo que marca la zona roja en las 11,000 rpm y un display digital en el que se muestra el velocímetro, nivel de gasolina, relación seleccionada en la transmisión, el modo de conducción seleccionado, reloj, temperatura del motor, odómetro y la computadora de viaje que además incluye funciones de cronómetro para la pista.
Gracias a que la entrega de torque es más pareja –y que además tienes un motor de cuatro cilindros y 1,000cc también- no necesitas subir de revoluciones para avanzar rápido. Esto es ideal para el uso en ciudad pues además con el asistente de cambio, no necesitas accionar la palanca del clutch para cambiar de velocidad. Para hacer los cambios descendentes nada más necesitas que el motor no esté girando por encima de las 2,500 rpm y con sólo aplicar la palanca hacia abajo, la misma moto hace el “revmatching” en el que acelera ligeramente para sincronizar las revoluciones de la transmisión con las del motor.
Para circular normalmente, no necesitas subir el motor a más de 5,000 rpm pero lo divertido empieza una vez que superas este límite pues la moto se transforma de una civilizada a un monstruo devorador de asfalto.
La aceleración es impresionante sin importar el rango de revoluciones en el que estés pues el torque está disponible inmediatamente y el motor sube de rpm muy rápido. Tenemos que confesar que un par de veces el control de tracción nos salvó de deslizar la parte trasera pues es completamente brutal una vez que giras todo el acelerador.
Los frenos son sumamente eficientes y rara vez encontrarás que el ABS entra en acción, aunque con lluvia obviamente hay que ser más precavidos.
Hablando de los modos de manejo, se siente mucho la diferencia entre uno y otro sobre todo en Rain en el que la entrega de potencia es menor, de hecho siendo sinceros no necesitas más de lo que este modo entrega para circular en ciudad.
La protección contra el viento es prácticamente nula, con un pequeño deflector de aire arriba de los faros únicamente así que la velocidad final se vuelve algo relativo de hasta cuanto aguantas y qué tan aerodinámico te puedes volver tú. Esto también afecta el confort en viajes largos, aunque en realidad no está pensada para eso, pues ni siquiera existe una opción de Top Case o maletas para esta motocicleta.
Lo que sí es muy divertido es cuando te encuentras una zona de curvas ya que la moto cambia de dirección telepáticamente y con la aceleración endemoniada que ofrece el motor, es donde más se disfruta y el ámbito en el que realmente lucen todos sus atributos.
El sonido del motor también es algo que debemos destacar ya que hasta con el escape de serie produce un ruido muy agradable que se intensifica al subir de revoluciones (puedes escucharlo en el video más abajo).
Finalmente encontramos comodidades como el control de velocidad crucero y puños calefactables que hacen más fácil la conducción en distancias largas.
Conclusión
Tras haber probado en todas situaciones esta BMW S1000 R 2015 (lluvia, ciudad, carretera y autopista) podemos asegurar que se trata de una moto muy divertida, nos gusta la dualidad que ofrece ya que puedes disfrutar de un tramo de carretera sinuoso sin tener que sufrir cuando el tránsito se torna pesado.
Se siente ligera a pesar de tener 207 Kg de masa en gran parte al excelente motor que además de tener buen caballaje, entrega el torque de manera continua y progresiva.
En el lado negativo encontramos que no tiene ni un lugar para guardar cosas o si quiera los documentos (sólo un pequeño hueco debajo del asiento trasero), el que no tenga ajuste de la palanca de clutch, la protección nula contra el viento (que entendemos arruinaría parte del concepto y el diseño) y que el radio de giro está muy limitado para maniobrar en la ciudad. Fuera de esto, realmente disfrutamos de manejar esta moto.
¿Qué piensas de esta nueva moto de BMW?
BMW S1000 R 2015 a prueba