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Manejamos el Hyundai Grand i10 2015

Manejamos el modelo de entrada a esta nueva marca que llega a México

Manejamos el Hyundai Grand i10 2015

Antecedentes

Hyundai ya está en México y de hecho tuvo un excelente primer mes de ventas, superando las 700 unidades y también las expectativas que se habían planteado cuando anunciaron su llegada al mercado.

La marca es ni más ni menos que el quinto constructor de autos más grande del mundo, sólo superado por Nissan-Renault, Volkswagen, General Motors y Toyota. Se compone de las marcas Hyundai y Kia, ambas coreanas y con gran aceptación en nuestro vecino país del norte, Europa y otros mercados.

En México ya conocíamos algunos de sus productos ya que llegaron de la mano de Grupo Chrysler el pequeño Atos (el Grand i10 es la evolución de éste), el sedán subcompacto, el Attitude y otras aplicaciones comerciales como pequeños camiones vendidos bajo la marca Dodge.

Ahora, en 2014 la Hyundai llega de manera independiente, siendo la marca de autos de más reciente lanzamiento desde Infiniti (2012).

El abanico de productos por ahora se compone de un crossover compacto (ix35), un sedán compacto (Elantra) y un hatchback subcompacto (Grand i10) pero la marca podría cerrar el año con dos lanzamientos más, aunque lo más probable es que sea sólo uno. ¿Será el Hyundai Sonata que nos encontramos transitando por las calles de México? O ¿el deportivo Veloster?

El Hyundai Grand i10 se fabrica en India, donde también arman la versión sedán del mismo llamada Xcent, así que este modelo también podría llegar a México, un mercado más de sedanes que de hatchbacks.

Actualmente, se comercializan tres versiones del Grand i10 2015, pero la que nos tocó manejar fue la tope de gama llamada GLS, veamos qué es lo que tiene que ofrecer este modelo.

 

Precio: $164,900 pesos

 

Características técnicas y mecánicas

Con un largo total de 3.765m, un ancho de 1.660m y una altura de 1.505m, es un vehículo de proporciones realmente pequeñas, pero gracias a que las ruedas están colocadas en los extremos, goza de una distancia entre ejes de 2.425m, algo muy bueno para el segmento y que sin duda supera a las medidas del Atos –su antecesor-.

La plataforma es una actualización de la que encontrábamos en el “Dodge” i10, pero con una estética completamente diferente, que para nuestro gusto, ahora luce mucho más atractiva y dinámica.

Mecánicamente, porta un pequeño motor de cuatro cilindros, 1.25L de capacidad con una potencia de 88Hp y 88 Lb-pie de torque y con sistema de apertura de válvulas variable para hacerlo más eficiente.  La transmisión, por ahora es únicamente una manual de cinco velocidades que manda la tracción al eje delantero.

Gracias a un peso de sólo 1,430 Kg, logra un tiempo de aceleración de 12.7seg (muy poco emocionante pero que logra su propósito) pero un consumo durante nuestra prueba en ciudad de 12 Km/l sin cuidar el pedal derecho.

En cuanto a seguridad, encontramos dos bolsas de aire frontales y ABS, suficiente para el segmento y tipo de automóvil.

 

Confort

El interior del Hyundai Grand i10 luce muy bien, con detalles en color contrastante que le dan un toque diferente, de hecho podrías llegar a pensar que se trata de un vehículo de mayor precio, pues los materiales empleados y el ensamble son extraordinarios para el segmento, superando por mucho a sus rivales como el Nissan March, Chevrolet Spark y Volkswagen Gol.

El equipamiento también destaca pues encontramos amenidades como el sistema de sonido con CD/AM/FM/MP3, entradas auxiliar y USB, además de Bluetooth para el teléfono y para el audio. Esto se suma a los cristales, seguros y espejos eléctricos, limpiador y desempañador traseros, dirección eléctricamente asistida y computadora de viaje. Solamente extrañamos el control remoto para los seguros ya que hay que meter la llave para abrir y cerrar los seguros.

El espacio interior es muy amplio, inclusive en la parte trasera, logrando un buen balance entre el espacio para los pasajeros y el área de carga (de 1,202 Litros de capacidad). Además si se requiere transportar algo voluminoso, la banca trasera se puede abatir, dejando más espacio para este propósito.

Encontramos soluciones inteligentes como los espacios para guardar cosas. Una repisa en el centro del tablero, la consola central con portavasos y otros espacios para poner cosas, más portavasos en las puertas y un compartimento “secreto” debajo del asiento del pasajero.

A decir verdad, nosotros esperábamos una interfaz para el teléfono bastante básica pero nos sorprendimos al encontrar que tienes acceso a tus contactos, listas de llamadas, etc. de manera inalámbrica, sin duda un buen toque de Hyundai.

 

Manejo

Uno podría pensar que con un motor tan pequeño no se puede tener un desempeño aceptable pero la verdad es que el Grand i10 responde muy bien. Tenemos que aclarar que nunca tendrá un desempeño deportivo o muy entusiasta pero de acuerdo al tamaño, segmento y capacidad de carga resulta hasta divertido de manejar.

En curvas se siente estable, con una suspensión más orientada al confort de los pasajeros sí, pero que inspira bastante confianza. De lo que nos podemos quejar es que la dirección –de asistencia eléctrica- no es muy comunicativa y peca de ser demasiado suave para un manejo más entusiasta como el de un Suzuki Swift o Mazda2 por ejemplo (ojo que aquí lo comparamos contra autos de mayor precio).

Los asientos son cómodos, la posición de manejo es regulable en todas direcciones, los tiros de la transmisión son precisos, los pedales son suaves y la cabina hasta eso es muy silenciosa, todo lo que uno podría pedir en un auto de bajo costo para uso diario.

Para exprimir la potencia del pequeño motor sí hay que trabajar la transmisión y estar en la velocidad correcta ya que sino sí se puede llegar a sentir un poco lento.

Normalmente en un auto tan pequeño, cuando se acciona el aire acondicionado se siente una gran pérdida de potencia, yo no sé qué hicieron los ingenieros de Hyundai pero en el Grand i10 no se siente una gran diferencia al prenderlo, incluso con cuatro personas adultas no llegamos a sentir que nos faltaba un cilindro como puede llegar a pasar en otros vehículos.

 

Conclusión

Tras manejar el más pequeño de los productos Hyundai nos quedamos con la sensación de que la marca tendrá un futuro bastante atractivo. Asimismo, nos llevamos un buen sabor de boca en cuanto a calidad de marcha, calidad de materiales y sensación de manejo pero sin duda lo que más nos gusta es la agresiva estrategia de precios ya que al ser una marca “nueva” tenía que apostarle por llegar a un precio competitivo en los segmentos que participaría.

Está bien equipado, un diseño agradable y sentimos que puede ser un producto duradero.

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