Una de las grandes ventajas que tienen los sistemas de propulsión eléctricos es que no contaminan el ambiente. ¿O sí? Lo cierto es que si bien los vehículos impulsados por electricidad no generan emisiones, (y por ende no contaminan mientras están en funcionamiento) la electricidad que utilizan se produce en varios casos con métodos nada ecológicos, como sucede con las centrales termoeléctricas donde se queman minerales y combustibles para obtener energía.
Esta posición es la que generalmente adoptan los detractores de este tipo de tecnologías, por eso BMW se dispuso a hacer algo al respecto, diseñando un cargador solar que sirve tanto para su flamante i8 como así también para el i3. Los responsables del proceso creativo fueron los empleados del BMW Group DesignworksUSA, con sede en California.
La idea consiste en una estación con paneles fotovoltaicos en el techo, que asisten en la recarga del vehículo híbrido. Cabe recordar que la energía generada no es suficiente para recargar el vehículo en el mismo tiempo que si se le enchufara a un tomacorriente, pero sirve perfectamente como un apoyo, donde el mismo sistema se encarga de hacernos saber qué porcentaje de la energía recargada proviene del sol y cuánta de la línea eléctrica.
El proyecto todavía está en fase de desarrollo, pero ya puede verse en algunas imágenes como las de la galería asociada.