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Probamos el nuevo Chrysler 200 2015 en Kentucky

El sedán mediano de la marca se reinventa, aquí todos los detalles

Probamos el nuevo Chrysler 200 2015 en Kentucky

El nuevo Chrysler 200 2015 se presentó en el Salón de Detroit de este año. Sorprendió con un diseño muy estilizado, una plataforma moderna (misma que utiliza el Alfa Romeo Giulietta y el nuevo Dodge Dart) y una transmisión automática de nueve cambios.

Ahora, entonces, viajamos a la ciudad de Louisville, Kentucky para conocer a detalle este nuevo sedán mediano y manejarlo.

El Chrysler 200 es un producto sumamente importante para la marca pues es su creación más moderna en mucho tiempo. Es también un parteaguas para Chrysler pues se quedó un tiempo estancada con los mismos productos mejorándolos marginalmente pero sin renovarlos por completo.

De esta forma el nuevo 200 marca la siguiente generación de identidad de diseño y tecnología para la marca.

Al frente, encontramos el logo alado de Chrysler al centro de la parrilla, luces de led con iluminación diurna y una fascia muy redondeada. Atrás, la cajuela forma un pequeño spoiler, calaveras de LED y algo que la marca está muy orgullosa de mostrar es el pequeño espacio entre la puerta de la cajuela y la fascia que le da un toque muy estilizado.

La silueta lateral muestra un poste C alargado que le da un toque más de un coupé que de un sedán, pero el tamaño sin duda lo delata como un auto enteramente familiar.

El diseño exterior marca una nueva etapa para la Chrysler pero es el interior el que más nos sorprendió, con materiales mucho mejores de lo que nos tenía acostumbrados la marca y más en concreto, el 200, un ensamble también muy bueno y elementos prácticos como el de los portavasos movibles y el túnel que conecta el compartimento donde se encuentran las conexiones USB y auxiliar con una “repisa” colocada detrás de la consola central para que puedas manipular tu reproductor MP3 o celular pero mantenerlo conectado.

Algo que también llamó nuestra atención es que la madera es completamente real tanto en el tablero y puertas.

Al centro del tablero encontramos la pantalla de 8.4 pulgadas sensible al tacto desde la cual se controla todo el sistema de Info-entretenimiento UConnect de nueva generación.

Algo que resulta interesante es que la palanca selectora de la transmisión desaparece y ahora es sustituida por una perilla, tal como lo encontramos por primera vez en los productos de Jaguar.

Las combinaciones interiores son tres y están inspirados en icónicos lugares americanos como la quinta avenida en Nueva York (interior negro); Sausalito, California (crema y negro) y la ciudad de Detroit (azul y negro).

La insonorización fue algo muy importante para lograr durante su desarrollo así que encontramos elementos como las ventanas con cristal dobles y el parabrisas acústico que aíslan los ruidos exteriores.

Ahora sí, en cuanto a motores encontramos dos opciones.

El primero es un cuatro cilindros 2.4L “Tigershark” multiair con 184 Hp y 173 Lb-pie de torque acoplado a la transmisión automática de nueve velocidades. Éste ofrece un desempeño bastante normal y se nota que está orientado a entregar mejores números de consumo de combustible y emisiones contaminantes como pudimos comprobar en los caminos sinuosos cerca de Louisville. También notamos que la potencia llega muy arriba en el tacómetro y todo el tiempo la transmisión está buscando una relación adecuada para exprimir la potencia. Nos hubiera gustado tener una visualización de en qué velocidad está la caja en tiempo real y así ver realmente la ventaja de una transmisión con tantas relaciones.

El motor tope de gama es el ya conocido Pentastar V6 de 3.6L con 295 Hp y 262 Lb-pie de torque, aunado también a la transmisión automática de nueve velocidades. Éste motor sí ofrece un manejo más dinámico y entusiasta, de hecho transforma por completo al auto y por lo menos en lo que lo pudimos manejar, sentimos que está mucho mejor acoplado a la transmisión ZF de nueve cambios. En situaciones de carretera –freeway- el motor puede llegar a mantenerse entre las 1,500 y 1,700 rpm a una velocidad crucero de 100 o 110 Km/h, mejorando el consumo de combustible.

En cualquiera de las dos motorizaciones, la caja se siente rápida, ágil y que todo el tiempo busca la mejor relación para que el motor se relaje pero también tengas el torque necesario para acelerar si así se requiere. En la versión V6, ésta tiene un modo manual que se controla mediante las paletas detrás del volante y como pudimos comprobar, no hace al cambio ascendente a menos que el conductor apriete la palanca derecha, otorgándole mayor control a quien está conduce.

Existe la opción de un sistema de tracción integral inteligente para otros mercados, que desacopla el eje trasero si no se requiere para no gastar combustible de más, pero a nuestro país no llegará –o por lo menos no en un inicio- así que toda la potencia se manda al eje delantero en las versiones que se comercializarán en México.

Para la versión con motor grande, encontramos una opción extra al girar hasta la derecha la perilla selectora de la transmisión llamada Sport, la cual agiliza no solamente la caja, sino la respuesta del acelerador y la resistencia del volante para girar, otorgándole una sensación más deportiva al conducir.

Mientras tanto, puedes apreciar las fotografías que tomamos durante el lanzamiento del nuevo Chrysler 200 2015 en Louisville, Kentucky.

 

Héctor Mañón Texto y Fotos recomienda