En Venezuela el precio del oro negro ha quedado congelado a lo largo de casi dos décadas pero el presidente Nicolás Maduro asegura que está a favor elevar los precios gradualmente a lo largo de tres años para ayudar a combatir la crisis económica que atraviesa su país.
El plan del gobierno para aumentar los precios de la gasolina es bajo la promesa de reinvertir parte del dinero en la construcción de escuelas y hogares.
Dentro de los efectos positivos que el país gozaría con dicho aumento está contemplado reducir el comercio de petróleo en el mercado negro y la congestión de las carreteras. Así como la reducción de la contaminación (suponiendo que los venezolanos están dispuestos a comprar más vehículos de bajo consumo ya que el parque vehicular es viejo e ineficiente en el consumo de combustible).