Allá por el año 1993, en el Salón de Ginebra la firma de Bavaria presentaba un concept que parecía ser una revolución total en la estética y el planteamiento de la marca, un vehículo compacto para moverse por la ciudad, con un asiento central para el conductor al mejor estilo del McLaren F1 y dos plazas traseras para los acompañantes. La historia lo dejó de lado como a muchos proyectos de BMW Technik, pero el recientemente presentado i3 evidentemente conserva un poco de esta propuesta en sus genes.
El Z13 contaba con un motor de tres cilindros de 1.0L de 82 hp proveniente de la serie K de Motorrad, que enviaba la potencia al eje posteriormediante una caja CVT también montada en la parte posterior junto al motor. La combinación de este escueto impulsor y el bajísimo peso del vehículo (unos 830 Kg.) le permitían lograr un consumo, 18.28 km/l.
Este “Isetta moderno” como algunos medios lo llamaron por aquel entonces, ofrecía un completo cambio de paradigma para la marca, ya que se trataba de una propuesta moderna hacia el segmento de los compactos donde Mercedes-Benz y Audi también estaban trabajando en proyectos que más adelante culminarían en los Clase A y el A2 respectivamente.
Pero la prometedora existencia del Z13 quedó trunca en el concept, ya que en 1994, apenas un año después de su develación, BMW desembolsó una inmensa cantidad de dinero para comprar al Rover Group, que congregaba marcas como Land Rover, MG y Mini. Esta compra no fue uno de los mejores negocios que hizo la firma bávara en su historia, pero sirvió para el desarrollo del nuevo Mini Cooper, que fue todo un éxito y cubría a la perfección la necesidad de la marca de acaparar ese lugar en el mercado.
Pasaron 20 años desde aquel Salón de Ginebra de 1993 y como muchas extravagancias de los 90´s, el Z13 pasó al olvido. O quizás no. Seguramente estás al tanto de la nueva línea “i” de BMW, con el i8 y el i3 como estandartes, siendo los primeros autos eléctricos de la marca. Ahora, si mirás bien al i3, ¿No te hace acordar un poco al Z13? Tanto el pilar "A" como la continuación del techo son idénticas, la gran extensión del parabrisas es similar y hasta el motor está en la misma posición, sin contar que ambos cumplen con la misma premisa: un vehículo citadino que sea lo suficientemente llamativo para denotar el prestigio necesario del emblema BMW aunque se trate de un auto pequeño.
Obviamente las diferencias radican en el paso del tiempo, mientras el Z13 incorporaba lo último en conectividad para su época como sistema de navegación satelital, teléfono y un fax (sí, un fax) el i3 además de incluir una moderna propulsión eléctrica te permite conectar tu smartphone y controlar muchas funciones como prender el aire acondicionado antes de conducirlo o ver un mapa que muestra en un gráfico la autonomía del vehículo considerando la topografía del terreno.
“Veinte años no es nada” dice un tango, y aunque en dos décadas pasaron muchas cosas en la industria automotriz, ciertas cosas vuelven a surgir o simplemente, adelantadas a su tiempo, solo esperaban el momento justo.