Antecedentes
Es conocido por todos que Peugeot siempre tipifica sus vehículos con un número de tres cifras, de hecho hubo una querella legal con Porsche cuando el constructor alemán lanzó el Porsche 901, que hoy conocemos como 911. Dicho número de tres cifras va en constante evolución del modelo en cuestión, es decir hubo un 205, luego un 206, más tarde un 207 y así será sucesivamente. En el caso del vehículo evaluado, Peugeot no sigue esa tendencia creada por ellos mismos, en el caso del 301 retoma el nombre de un vehículo que fabricó en los años treinta, específicamente de 1932 a 1936, la primer generación del 301 era un vehículo de cuatro puertas, robusto, cómodo, familiar y de buen manejo.
Con la nueva generación del 301, develado en el Salón de París en 2012, el fabricante francés quiso retomar esos valores del viejo 301 y plasmarlos en un auto del Siglo XXI ¿Lo habrá conseguido? Sigue leyendo y entérate.
Características técnicas y mecánicas
Un vehículo con un diseño reminiscente al 508, buque insignia de la marca, pero con medidas mucho más contenidas. La longitud total es de 4,442 mm, la altura es de 1,466 y con una distancia entre ejes de 2,652 mm, que lo hace amplio y confortable. La cajuela también es generosa ya que ofrece dos capacidades de carga, de 640 litros con el asiento trasero funcional y hasta 1,332 litros con este mismo abatido. El peso total del 301 es de 1,524 kg.
Los componentes mecánicos del Peugeot son ya conocidos, la movilidad emana de un motor de cuatro cilindros de 1,587 cc (1.6 litros) con 16 válvulas y doble árbol a la cabeza (DOHC) que entrega 114 hp de potencia en un rango de 6,000 rpm y una fuerza de torque de 110 Lb-pie en un régimen de giro de 4,000 vueltas.
El motor está montado transversalmente y tiene acoplada una transmisión manual de cinco velocidades –única opción por ahora-, la tracción es delantera y ofrece frenos ABS. El 301 nos llega importado de España, específicamente de la planta de Vigo.
Diseño Exterior
En el rubro estilístico los franceses saben hacer muy bien su trabajo, el modelo 301 no es la excepción a la regla ya que las formas y los espacios además de estar bien planeados son agradables a la vista y le dan al producto una identidad única y emblemática. El frente está provisto de una enorme parrilla y el ángulo de los hombros es muy inclinado además de la dimensión de las puertas lo hacen verse más grande de lo que en realidad es, dicha percepción no se ve defraudada en el interior, que es lo más destacable del 301.
Interior
Empezaremos por el asiento trasero, que es una de las más grandes ventajas de este sedán -es inmenso, al grado de que puede acomodar a tres adultos sentados cómodamente. Las plazas delanteras también dan de qué hablar, dos sillones cómodos con un buen acojinado dan la bienvenida al conductor y al acompañante, la tapicería es de material textil que se nota resistente y de fácil mantenimiento.
El cuadro de instrumentos es el que nos quedó mucho a deber, demasiado simple, aburrido y con informaciones demasiado básicas, incluso con puntos criticables como la ausencia del medidor de la temperatura del líquido refrigerante. ¡Claro hay un testigo lumínico, pero dicha alerta se enciende cunado el motor ya se calentó!
En la parte central del tablero es mucho menos aburrida que el cuadro de instrumentos, en un trapecio invertido se alojan el sistema de audio que ofrece entrada USB, AUX remotas y es capaz de reproducir formatos MP3. Más abajo encontramos los controles del aire acondicionado con una presentación novedosa, son tres circunferencias, las de los extremos alojan tres botones cada una y la central alberga una pantalla de cristal líquido que grafica el nivel de temperatura y potencia del ventilador en color naranja. Todos los elementos de la consola central están flanqueados con insertos de plástico negro con acabado piano, que entona muy bien. Dichos insertos también están presentes en la parte baja del volante, que ofrece un diseño plano en la parte baja de la circunferencia, un diseño que en realidad no sirve de nada pero que le da un toque deportivo al interior.
Manejo
Al hacer cuentas rápidas de potencia y peso, asumimos que sería un coche lento, recordemos los 114 hp y la tonelada y media de peso del 301. Nuestra sorpresa fue mayúscula, cuando la aceleración del sedán francés fue constante y poco a poco iba ganado velocidad, la caja de cambios es manual y el tacto empaña mucho el buen manejo del 301, los tiros son largo e imprecisos y tomarle el modo toma algo de tiempo de adaptación.
El manejo en ciudad es agradable, la dureza del embrague es gentil con el conductor y la calidad de marcha es buena. La respuesta emanada del motor 1.6 litros atmosférico es la adecuada y sólo se aletarga si en el camino hay una pendiente demasiado pronunciada y el aire acondicionado está funcionando, fuera de ese detalle, el manejo es constante y podríamos decir que responde bien y rápido.
En autopista el manejo es predecible y gracias a la conformación sedán de tres volúmenes, el desempeño en zonas sinuosas es con aplomo y con las llantas bien plantadas ¡Claro, muestra una clara tendencia subviradora! ( pero para llegar a ella hay que abusar mucho).
El trabajo de la suspensión es el adecuado, en la parte delantera encontramos el socorrido McPherson y atrás un simple eje torsional, que dada la orientación del uso y manejo del 301 es más que adecuado.
Los consumos son contenidos y si no se exige demasiado del pedal, ofreciéndonos 11.4 km/l en cuidad, 19.6 en carretera y combinado 15.6 km/litro (datos oficiales).
Conclusión
El 301 es un buen producto, bien pensado para mercados emergentes y llega a competir en un segmento muy peleado, el precio, nivel de equipamiento, estilo y desempeño decoroso lo colocan en una buena posición con sus rivales.