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Mazda CX-5 2013 a prueba

Conservando el Zoom–Zoom pero con orientación en la eficiencia

Mazda CX-5 2013 a prueba

Antecedentes

¡Por Fin! Luego de muchos meses de espera, la firma nipona del Zoom–Zoom pone a disposición del mercado mexicano su nuevo crossover compacto, el CX-5.

El Mazda CX-5 no se trata solo del remplazo del exitoso CX-7, representa también el arribo al mercado de su nueva filosofía de diseño denominada Kodo, así como de la nueva propuesta tecnológica denominada SKYACTIV. Este último punto es sin duda el más relevante, ya que en pocas palabras, este nuevo crossover es el vehículo más novedoso que se puede comprar en el mercado mexicano (y quizá en el mundo) en estos momentos.

¿A qué nos referimos con lo anterior? Es verdaderamente raro en la industria automotriz moderna, que un fabricante estrene; chasis, motores y transmisiones, todo al mismo tiempo. Es común que un vehículo estrene nueva plataforma, pero se amorticen costos haciendo carry over de motores y cajas o viceversa.

La misión del CX-5 es titánica, no solo por tener la enorme responsabilidad de sustituir a uno de los bastiones de Mazda en México, sino también porque a diferencia de su predecesor, no cuenta con una mecánica turbo bajo el cofre, en lugar de eso, tendrá que convencer a los compradores que el nuevo enfoque en eficiencia que tiene, no significa que se haya perdido el espíritu deportivo y divertido que caracteriza a la marca.


Características técnicas y mecánicas

¿Qué es SKYACTIV?

Es bien sabido por todos que las tecnologías de combustibles alternos se están desarrollando cada vez más rápido, también que en el corto y mediano plazo no existe ninguna tecnología que nos permita suponer que el motor de combustión interna será sustituido de forma masiva.

Es decir, los esfuerzos en autos eléctricos, biocombustibles e incluso hidrógeno son valiosos, sin embargo el gran porcentaje de los autos por lo menos de aquí a 2020 seguirán empleando motor de combustión y dicha tecnología todavía tiene mucha posibilidad de ser mejorada.

Ante esta ineludible verdad, Mazda desarrolló prácticamente desde cero un nuevo motor, que fuera más eficiente en la combustión y aprovechamiento de la energía derivada de la misma, así como una transmisión que fuera más rápida, ligera y tuviera menos fricción y vibraciones para desperdiciar menos potencia. Por último, un chasis pensado desde el inicio para ser más ligero, sin sacrificar rigidez, pero también sin tener que recurrir a elementos más costosos como el aluminio o la fibra de carbón. Todos estos desarrollos fueron denominados como SKYACTIV Technologies.

Bajo el cofre se encuentra un totalmente nuevo motor denominado SKYACTIV-G, un cuatro cilindros de 2.0 litros que presume de tener el nivel de compresión más alto en el mundo (13:1), para una mecánica de producción masiva claro está. Lo anterior significa que al mejorar la combustión,  se mejora el rendimiento de combustible (11 km/l en ciudad y 14.88 en carretera) y la entrega de torque a bajo régimen de giro. Algunos otros artilugios interesantes empleados por este nuevo motor son la inyección directa, un sistema de escape que enfría más rápido los gases que salen de la cámara de combustión, apertura variable de válvulas tanto de admisión como de expulsión. Que combinados con una bomba más eficiente, así como materiales más ligeros y que provocan menos fricción han permitido a Mazda mejorar en 15% tanto el torque como el rendimiento en relación con su 2.0 litros anterior. La potencia es de 155 hp y 150 lb-pie de torque a 4,000 vueltas.

La citada mecánica se acopla a una nueva transmisión automática de 6 velocidades denominada SKYACTIV-Drive, que de acuerdo con la marca mejora por sí sola el rendimiento de combustible hasta en un 7%, al tiempo que reduce las pérdidas de potencia ya que es más rápida que las automáticas tradicionales, pero evita la pérdida de refinamiento que sufren las cajas de doble clutch bajo ciertas circunstancias, sobre todo en baja velocidad.

En cuanto al tema de la seguridad, el CX-5 equipa 6 bolsas de aire, ABS, control dinámico de estabilidad DSC, sensores de estacionamiento, cámara de reversa y monitor de presencia en punto ciego.
 

Confort

Al interior, el CX-5 ofrece una pléyade de tecnologías y aditamentos que hacen más cómodos y relajados los trayectos a bordo, empezando por el sistema de arranque sin llave que tiene el inconveniente de no contar con función keyless para la apertura de puertas, le siguen elementos como: quemacocos, aire acondicionado automático de dos zonas, asientos forrados en cuero, asientos delanteros con calefacción, bluetooth, sensor de lluvia, computadora de viaje, asiento de conductor eléctrico de 8 posiciones y sistema de navegación opcional.

Aunque en medidas exteriores el CX-5 es ligeramente más corto que el CX-7, los ingenieros de Mazda han logrado aprovechar mejor el espacio interior, por lo que este modelo tiene mejor habitabilidad en plazas posteriores.

Los interiores por su parte, muestran una calidad de ensamble excelente, el tacto de todas las superficies es agradable y quizá la única crítica en ese sentido puede ser que luce demasiado sobrio si lo comparamos con otros modelos de la marca como Mazda3 o Mazda6.
 

Manejo

Una de nuestras preocupaciones acerca del nuevo Mazda CX-5 antes de probarlo en condiciones de tráfico citadino y a la altura de la ciudad de México era el hecho de que cuenta con relativamente poca potencia (155 Hp) para el tamaño de vehículo que es. Sin embargo es importante tener claro que también es más ligero que su predecesor, hasta en 261 kilogramos. Su peso total es de 1,484 kg, que hay que decir, es más bajo en comparación con los 1,510 kg de la CR-V o los 1,619 kg de la Escape.

Adicionalmente al ahorro de peso, hay otros aspectos a tener en cuenta como una mejor entrega de torque en baja por parte del motor, un transmisión que es bastante rápida y con una relación de marchas muy adecuada, por lo que el CX-5 si bien no es un vehículo brioso, se mueve con bastante decoro, sin mostrar demasiado esfuerzo para alcanzar ritmos alegres o circular por el tránsito de la ciudad. De cualquier manera es importante hacer consciencia de que no equipa un motor turboalimentado como su predecesor, por lo que no hay aceleraciones ni recuperaciones de infarto.

Como buen vehículo Mazda, el CX-5 se maneja bien, la dirección pese a ser de asistencia eléctrica es bastante comunicativa, asimismo la ganancia en rigidez estructural le confiere mucha solidez y buenas maneras para atacar caminos sinuosos. Los frenos por su parte también sorprenden por su excelente desempeño, el pedal es de tacto firme, pero sin llegar a ser muy duro.

Como habíamos comentado en nuestra nota de lanzamiento, Mazda ha adoptado en el CX-5 la misma filosofía que emplea en su joya de la corona, el MX-5 o Miata. No se trata de motores grandes con muchos caballos de poder, sino de diseñar un vehículo bien balanceado, divertido y muy preciso, y eso es exactamente lo que es este nuevo crossover. Un auto gratificante al manejo, aunque no sea el más rápido.

Las enormes capacidades de todo el conjunto; chasis, suspensión, frenos, dirección y demás nos hacen soñar con que algún día exista una versión Speed del CX-5 con al menos unos 250 hp.

Conclusión

El Mazda CX-5 es el crossover de mejor manejo que hay en el mercado sin tener que recurrir a los emblemas premium, es además un vehículo muy bien logrado en términos generales, ya que ofrece buenos niveles de espacio, versatilidad, economía de combustible, calidad de ensamble y equipamiento.

El reto sin embargo no deja de ser grande, el CX-5 tiene que convencer a los clientes cautivos que es un digno sucesor del CX-7 que es en parte uno de los grandes responsables de que Mazda se haya posicionado bien en México, al tiempo que debe competir contra el excelente prestigio de la súper ventas Honda CR-V y de la renovada Ford Escape.

Según la marca, la decisión de llegar en una sola versión totalmente equipada y para ubicarse en la parte alta del segmento obedece a que el mercado está demandando en mayor medida ese tipo de versiones, aunque nosotros creemos que un para de variantes menos equipadas para tener precios iniciales más agresivos le vendrían muy bien.