Hoy en día muchos fabricantes automotrices emplean el plástico para construir diversas partes de sus unidades ya sea para el motor, carrocería y para el habitáculo. Aproximadamente 136 Kg (300 libras) del peso de un vehículo proviene del plástico o en otras palabras un 8%, esto según la American Chemistry Council en EUA.
Tradicionalmente pensamos que un auto es manufacturado de acero, hierro, aluminio y otros metales, pero es un hecho de que el uso del plástico está aumentando para construir un vehículo. Esto se debe a tres razones principales:
1. El plástico pesa 50 por ciento menos que cualquier otro material empleado para fabricar un auto (exactamente qué tan ligero depende de su utilidad, espesor, composición y demás). Esto lo convierte en un componente ideal para hacer vehículos más eficientes en consumo de combustible.
2. El proceso de fabricación es más sencillo, las partes se crean por moldeado de inyección o por soplado a partir de la resina de plástico, contrario al estampado, soldadura y otros procedimientos para dar forma al metal.
3. El plástico ofrece una amplia versatilidad en figuras, en las cuales puede formarse –desde colectores de admisión del motor, recipientes, volantes, paneles de puertas, deflectores, fascias entre otras cosas.
Por otra parte en la actualidad el “olor a nuevo” en los autos proviene de ciertos químicos empleados para la fabricación del plástico, pero hay que aclarar que éstos son tóxicos por lo que enseguida te aclaramos por qué.
Su nombre “Componentes Orgánicos Volátiles”, es una clase de químicos que son dañinos al respirarse, emanan abundantemente de partes nuevas en autos como volantes, tableros, asientos y tapetes. El plástico para lograr las propiedades de durabilidad, textura y demás que los fabricantes automotrices necesitan, es tradicionalmente sometido a una mezcla tóxica de químicos que incluye arsénico y formaldehído.
De acuerdo con el Ecology Center, un grupo de vigilancia ambientalista en EUA, el olor de estos químicos pueden seguir presentes y escaparse al habitáculo de un auto incluso años después de ser fabricado, envenenando poco a poco a su propietario y ocupantes. Sin embargo aclaran, los fabricantes automotrices están dando pasos agigantados, para usar materiales amigables con el ambiente y con el ser humano en el interior de un vehículo.
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