La gente de Overfinch no se especializa en deportivos alemanes ni japoneses, ellos están centrados en exprimir todas las capacidades de personalización que les ofrece su marca compatriota, Range Rover. En este caso, el último modelo que llegó a sus manos fue un Range Rover Sport, al que le otorgó la denominación GTS-X.
Las modificaciones que se le realizaron en la carrocería abarcan la pintura color naranja cobre, el uso de tecnología LED en las ópticas delanteras y una fascia trasera que se amolda a los tubos de escape cromados y rectangulares. Visualmente, la mayor atención es capturada por las llantas de 22 pulgadas cuyo diseño se sintoniza con la estética robótica del SUV inglés.
Mecánicamente, posee un V8 de 5.0L sobrealimentado por un compresor mecánico que desarrolla 583 Hp y 516 Lb-pie de torque. Además, el tuner inglés presume que su modelo más rápido y potente creado hasta la fecha acelera de 0 a 100 Km/h en poco más de cinco segundos y tiene una velocidad máxima de 232 Km/h.
Para controlar la enorme masa de peso propulsada con violencia, el GTS-X cuenta con una modificación de la suspensión neumática que permite circular más bajo de lo habitual como así también un endurecimiento en el eje delantero para evitar que la trompa raspe contra el piso ante una eventual frenada. Ésta medida no es exagerada, ya que gracias a los discos ventilados Brembo de 380 mm, pararse en los frenos es garantía de un interesante cabezazo.