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Probamos el Chevrolet Corvette Stingray IMSA GTLM Championship Edition en #LoMejorDe2021

Todo lo que conocíamos del icónico deportivo americano se reescribe con esta versión especial que emana carreras, entusiasmo, adrenalina y extremo deseo de hundir el pedal derecho.

Probamos el Chevrolet Corvette Stingray IMSA GTLM Championship Edition en #LoMejorDe2021

Una edición especial del Chevrolet Corvette con la que quizás, diciendo poco pero sobre entendiendo mucho, la marca del corbatín despida al legendario modelo del ahora satanizado mundo de la combustión a gasolina, y está bien, pero para quienes gustamos del olor a caucho quemado, ponerse al volante de este bólido nuevamente nos hace replantear si realmente es necesario tanto extremismo electrificado.

Sobre todo, cuando tuvimos que esperar varias generaciones para verlo y disfrutarlo con motor central trasero que, de entrada, lo pone a niveles dinámicos muy cercanos a sus rivales directos, sin perder la tradición y herencia del músculo americano, esa que es capaz de arrancarte una sonrisa manejándolo, o un buen susto si le faltas al respeto. Quizás sea el último de su especie, o no, pero sin duda es uno de los mejores este 2021.

Del Chevrolet Corvette podríamos hacer un tratado con incontables pasajes históricos y todos nos traerían a esto que vemos en las fotografías del gran José Luís “Joselo” Ruiz, tomadas en el Autódromo Moisés Solana, en Pachuquilla, Hidalgo; el sitio preferido y hábitat natural de este monstruo.

Visualmente, el Stingray IMSA GTLM es apabullante, hay mucho carbono, contrastes entre los tonos piano black y el Accelerate Yellow. Rines enormes de edición especial que apenas libran los calipers amarillos de 8 pistones, un enorme spoiler trasero de carbono con total enfoque aerodinámico y el sello distintivo en las caderas: la leyenda C8.R

La cabina de Z06 mantiene la misma distribución y ergonomía enfocada al conductor, aunque la información se presenta de manera diferente. El volante de edición especial te advierte que la experiencia no será “normal”, el auto no avanzará si no te ajustas el cinturón de seguridad y entonces, el motor V8 de 6.2 litros LT2, acomodado por primera vez en la parte trasera central, cobra vida mediante la transmisión automática de doble embrague de 8 velocidades.

Lo que sigue es el estruendo del V8 saliendo por las cuatro salidas de escape y los 495 Hp con 407 Lb-pie de torque empujándote por la espalda, pero sorpresivamente aun con todo ese despliegue de poder, “la mantarraya” entrega correctamente la tracción, lineal y explosivo. Puede frenar tarde y mantener la trayectoria en curvas, pero no dudará en cobrarte caro cualquier exceso de confianza al volante.

Una de sus mejores armas es la configuración aerodinámica, responsable, en gran medida de que el Chevrolet Corvette Stingray IMSA GTLM lograra su mejor vuelta en apenas 54:040 minutos. Y es que, si bien puede trazar “idealmente”, su punto fuerte sigue siendo el despliegue de velocidad y ahí, sencillamente es uno de los más difíciles de superar:

¡Aguas, deportivos europeos!

Lo mejor de 2021

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