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Manejamos el FIAT 500 Abarth México

Solamente 37 unidades en verde, blanco y rojo estarán disponibles

Manejamos el FIAT 500 Abarth México

Antecedentes

La idea de revivir el "Cinquecento" nace en 2004, cuando es develado en el Salón de Ginebra el concepto llamado Trepiuno de reducidas dimensiones y cuyas formas son básicamente idénticas al 500 presentado años más tarde.

El renacimineto del 500

Recuerdo bien el ahora lejano año de 2007 cuando FIAT lanzó el nuevo 500 con bombo y platillo, los de la casa italiana –en ese momento recién independizados de General Motors, y con las arcas llenas del dinero que el conglomerado estadounidense les tuvo que pagar por deshacer el trato- tiraron la casa por la ventana y le enseñaron al mundo que si habían pegado una vez con la “Nouva 500” creada por Dante Giacosa en los años 50, lo volverían a hacer de nuevo con el relanzamiento del 500 en el Siglo XXI.

El 500 Fabricado en México

En el 2011 la planta de Chrysler en Toluca concreta lo que se comentó en 2009 sobre la fabricación en México y utiliza la línea que tenía destinada para la fabricación del PT Cruiser para producir el FIAT 500 en todas sus versiones, incluyendo la versión rabiosa denominada Abarth.

El conglomerado FCA decide dejar de fabricar el 500 en suelo mexicano y para ello lanza la versión conmemorativa que tendremos a prueba a continuación, pero no desesperen, falta aun conocer una parte importante de la historia, así que haré una breve reseña de Abarth, el preparador que dio fama a los FIAT en las pistas.

Historia Carlo Abarth

Nacido en Viena y emigrado a Italia, siempre estuvo involucrado con la mecánica y con el mundo de la competición. Dicha actividad fue interrumpida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y en esos años Carlo deja Italia y permanece en Yugoslavia durante la contienda.

Al término de la Segunda Guerra Mundial Abarth regresa a Italia y se involucra rápidamente en el renaciente mundo de las carreras de autos en Europa con la marca Cisitalia.

Tras unos años funda en 1949 la compañía que lleva su apellido, y cuyo emblema es un escorpión, haciendo alusión a su signo zodiacal.

Ahí es donde Carlo obtiene un gran reconocimiento, como preparador, constructor y desarrollador de autopartes, destacando los sistemas de escape que aun hoy se conocen como: Escape Abarth.

En los años 50 y de la mano de FIAT modifica un 500, mejor conocido como “Cinquecento” que aumenta su fama. Tambien desarrollo autos aerodinámicos y de carreras, incluso hay una serie de Porsche 356 Abarth, hoy cotizadas piezas de colección.

En 1971 –con fama y fortuna- decide vender su marca al grupo FIAT, y desde entonces ABARTH es sinónimo de las creaciones extremas y deportivas del conglomerado de Turin. Carlo Abarth regresa a su natal Viena y muere en 1979.

Los FIAT 500 en Autocosmos

Vaya que hemos tenido la oportunidad de manejar y conocer el 500 desde aquel 2011 en nuestra redacción, manejamos el 500 Lounge, conocimos la versión Gucci, probamos a cielo abierto la edición San Remo, tuvimos la oportunidad de estar en la pista con dos versiones extremas, el Abarth Automático en la pista de Chelsea en EEUU.

Manejamos en la pista de Pachuca una versión rara, escasa, potente y sumamente costosa de un 500 Abarth 695, tributo Ferrari que además tenía un severo trabajo de preparación cortesía del Tuner italiano Romeo Ferraris.

Como se dan cuenta pocos coches han tenido tantas versiones y han sido tan bien recibidos en nuestra redacción.

A esta lista ahora hay que sumar la edición final del 500 Abarth hecho en México, y pudimos conocer a fondo uno de los 37 vehículos de los que consta la serie.

500 Abarth México

La versión deportiva porta un motor 1.4 litros MULTIAIR de cuatro cilindros capaz de entregar 160 caballos de fuerza a 5500 revoluciones y 170 Lb-pie de torque entre las 2500 a 4000 rpm, y está asociado a una transmisión manual de 5 cambios.

El esquema de suspensión es el mismo que porta el 500 a secas, pero adiciona unos amortiguadores KONI y resortes más duros, así como barras estabilizadoras en el eje delantero y trasero, el contacto con el piso es gracias a unas llantas de 17 pulgadas con una pisada de 205 perfil 40 montadas en rines de aluminio forjado y hablando de temas de seguridad encontramos siete bolsas de airet, frenos ABS además de control de tracción y control de estabilidad configurable en tres modos.

Interiores

La edición México es básicamente idéntica a la versión Abarth, está equipado con asientos deportivos y con vestiduras de piel,  hay un toldo panorámico y corredizo, aire acondicionado automático monozona.

El cuadro de instrumentos es digital, y fiel a la tradición del 500 del nuevo siglo se conforma por una súper imposición de circunferencias que nos grafican velocidad y revoluciones, además de tener un menú configurable, al lado izquierdo encontramos otro instrumento, que nos indica la presión de operación del tubrocompresor. 

El sistema de info-entretenimiento ya nota su veteranía, pues la pequeña pantalla de cinco pulgadas lo delata, cuenta con el sistema U-Connect desarrollado por FCA –que es bastante intuitivo y fácil de operar- y por último cuenta con sistema de sonido firmado por Beats Audio.

Manejo

Cuando se tienen 160 caballos de fuerza y 170 lb-pie de torque en un vehículo de las dimensiones del 500 Abarth la experiencia de manejo promete ser divertida.

Una de las características que le da fuerte personalidad al 500 Abarth es el sonido emanado por el sistema de escape, recordemos que uno de los pilares de la empresa de Carlo Abarth fue precisamente el de los sistemas de escape, y este detalle fue ampliamente cuidado y entonado desde la aparición del primer 500 Abarth de la era moderna.

Las dimensiones del habitáculo son reducidas, pero no por ello incómodas, la palanca de cambios está muy cerca del volante y el pedal de embrague es suave. En manejo citadino no es cansado, y si se elige correctamente la relación de la transmisión siempre se tiene torque disponible para salir avante, en cuestas pronunciadas hay que prevenir por ejemplo si hay algún tope a la mitad del camino que nos obligue a hacer alto total, a elegir la relación adecuada para subir sin problemas.

En carretera es en donde más se disfruta el manejo y evidentemente el sonido del escape en altas rpm.

La aceleración es constante y la entrega es sumamente lineal, se puede circular aprisa y solo hay que acostumbrarse a las reacciones en zonas sinuosas, ya que por la corta distancia entre ejes el 500 se torna muy nervioso en altas velocidades, y más si el camino no es perfecto. Aquí es donde las asistencias electrónicas de tracción –léanse nanas- hacen muy bien su trabajo en pro del manejo divertido. La suspensión comunica muy bien, y los frenos hacen su trabajo de manera brillante… ¡Todo un Pocket Rocket!

Conclusión

Un vehículo de capricho sin la menor duda, pequeño y veloz, el precio no es bajo –al contrario- la etiqueta lo sitúa en rangos de “hothatches” de mayor poder y tamaño.

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