Test drive

Sedán vs Hatchback, ¿con cuál Mazda3 te quedas?

Un duelo entre hermanos para determinar cuál es la configuración que debes elegir

Sedán vs Hatchback, ¿con cuál Mazda3 te quedas?

Por fin pudimos manejar y convivir a fondo en México con el nuevo Mazda3 2019, sin embargo, hemos hablado largo y tendido del renovado compacto de la firma de Hiroshima, desde su debut en el pasado Auto Show de Los Ángeles, pasando por nuestro primer contacto nuevamente en la ciudad Californiana.

A estas alturas ya sabemos que el motor 2.0 litros dejó de formar parte de la oferta mecánica, quedando únicamente el propulsor de 2.5 litros con 186 hp y 186 lb-pie de torque asociado a transmisiones manual o automática de seis velocidades.

También sabemos que Mazda optó por una geometría de suspensión de eje semi rígido atrás para esta nueva entrega, decisión que vaya que ha causado controversia y por último que la atención al detalle con que fue desarrollado el vehículo se acerca a niveles obsesivos.

Pero también me he encontrado recurrentemente con algunas preguntas que voy a tratar de resolver a continuación, incluida: cuál elegiría, si la configuración sedán, o bien la hatchback.

Más distintos que nunca

De acuerdo con los ingenieros y diseñadores de Mazda, las variantes sedán y hatchback solo comparten el cofre, en lo que se refiere a la carrocería por supuesto, ya que plataforma, mecánica e interiores son los mismos.

Por un lado, el Mazda3 sedán 2019 toma inspiración en el bellísimo Vision Coupe Concept que debutó en Tokio 2017, mientras que el Mazda3 hatchback 2019 hace lo propio con el Kai Concept que también se presentó en aquel autoshow.

Mientras el sedán apela a una apariencia más sobria gracias al elemento cromado en el frontal, así como una parrilla con acabado tridimensional y rines en color aluminio, el hatchback tiene una orientación más deportiva, que se nota en los rines color grafito, así como el elemento del frente en negro, así como una parrilla en forma de panal. Asimismo, en la parte trasera encontramos que el alerón y parte baja de la fascia también van en negro brillante, con lo cual se consigue una apariencia más agresiva.

En cuanto a dimensiones, la configuración de tres volúmenes es 20 cm más larga, siendo ésta la única medida que difiere entre ambos, ya que ancho, alto e incluso, distancia entre ejes son exactamente iguales. Lo anterior significa que, la ganancia es única y exclusivamente en el área de carga, en donde el Mazda3 sedán es 88 litros superior a su hermano hatchback.

Mazda3 2019

 

Sedán

Hatch

Largo

4.66 m

4.46 m

Ancho

1.8 m

1.8 m

Alto

1.45 m

1.45 m

D. Ejes

2.7 m

2.7 m

Cajuela

452 L

364 L

 

Realizamos una pequeña prueba para comprobar en la práctica que tan superior es la capacidad de cajuela del sedán en comparación con el hatchback, y si bien en los datos de ficha técnica queda clara esta situación, en anteriores ocasiones nos hemos encontrado que en la práctica las diferencias son más o menos notorias dependiendo de aspectos de diseño.

Como se observa en el video, la cajuela del sedán es bastante más práctica, tanto como para acomodar al menos dos maletas trolley y un par de backpacks medianos adicionales a las maletas que se pueden acomodar en el hatchback.

¿Por cuál votaste?

En Autocosmos tu opinión es muy importante, razón por la cual hicimos encuestas en nuestros perfiles de redes sociales; Facebook, Twitter e Instagram pidiendo que votaran sobre cuál les gusta más, si el Mazda3 sedán o bien el Mazda3 hatchback.

Recibimos miles de votos y el resultado fue aplastante, el Mazda3 hatchback fue el elegido por la gran mayoría. Curioso, si consideramos que la demanda real, es decir los pedidos en las agencias son 60/40, favoreciendo al sedán.

Por otro lado, y aunque sé que muchos de Ustedes me van a querer quemar en leña verde, a mí, en esta ocasión me gustó más el diseño del sedán.

El mejor interior del segmento

Puertas adentro prácticamente no hay diferencias entre sedán y hatchback, y la constante en el Mazda3 2019 es una gran atención al detalle, así como excelente calidad de materiales y armado.

El tablero es bastante más minimalista que antes, dominado por superficies suaves al tacto y una gran pantalla al centro que es de 8.8” y cuya resolución es excelente. Un punto importante es que no es táctil, incluso aunque tiene cierta orientación hacia el conductor, ya no queda al alcance de la mano, está más atrás, con lo cual se elimina la tentación de querer tocarla para interactuar con ella.

Entonces, ahora todo se manipula mediante el HMI que está ubicado en la consola central, el sistema cuenta con una nueva interfaz gráfica más simple aunque no muy linda, notoriamente diseñada para ser utilizada con el comando circular. Cuenta además con compatibilidad con Apple Carplay y Android Auto, aunque debo decirte que, esas aplicaciones fueron diseñadas para ser utilizadas con pantallas touch, con lo cual la operación con el HMI no es del todo fácil, hay que aprender a hacerlo y toma algo de tiempo. Los comandos de voz ayudan y mucho.

Botonería e insertos son impecables y del lado de la ergonomía, las cosas son mejor que antes, por ejemplo, el portavasos, ahora en posición transversal está delante de la palanca de cambios, lo que permitió hacer mucho más grande el espacio ubicado debajo del reposabrazos, que por cierto está acojinado y se puede recorrer para viajar más cómodo.

En cuanto al equipamiento, no falta casi nada, el climatizador es de dos zonas, hay quemacocos, head up display y un sistema de audio firmado por Bose que suena espectacular, esto también en parte a que los ingenieros estudiaron la mejor manera de colocar las bocinas para lograr una acústica impecable.

Por su parte, la banca trasera ofrece espacio adecuado para dos adultos de talla media, sin importar si se trata del sedán o hatchback, el Mazda3 2019 ofrece prácticamente el mismo nivel de espacio tanto para piernas como para cabeza. En este punto, la única diferencia que percibí es que debido al corte ascendente de la línea de hombro del hatch, la superficie acristalada es un poco más pequeña y ello podría mayor sensación de encierro. La verdad no es nada grave.

El manejo

Antes de entrar en este tema, es importante decir que la plataforma es nueva, y en su desarrollo se cuidó mucho el tema de disminuir las vibraciones que se transmiten por el chasis. En algunos puntos ubicados de forma estratégica, hay elementos que están unidos mediante materiales específicamente diseñados para absorber ruidos y vibraciones.

La suspensión y asientos fueron diseñados para minimizar el balanceo de la cabeza de los ocupantes y así mejorar el confort, lo que en adición al G-Vectoring Control se traduce en una mejora considerable en el refinamiento.

Si bien es cierto, el Mazda3 2019 no cuenta con una mecánica sobrealimentada (por ahora), el 2.5 litros hace un trabajo muy decoroso, este propulsor encuentra su mejor rango de funcionamiento en la banda media de revoluciones, con lo cual hay suficiente potencia siempre y bajo cualquier circunstancia. Al activar el modo sport, se permite girar a mayor régimen y aunque no es un deportivo, sí es capaz de entregar niveles de respuesta bastante alegres.

Con respecto de la controvertida suspensión semi independiente atrás, manejé durante una semana el hatchback y otra semana el sedán en las calles de la ciudad, carreteras periféricas de la Ciudad de México y nuevamente puedo asegurar que no alcanzo a notar un sacrificio en el comportamiento. Esto se debe a un par de factores, por un lado, que el Mazda3 no es muy pesado, en segundo que no se trata de un coche demasiado potente y por último que sea como sea, este eje rígido torsional de Mazda tiene una puesta a punto muy bien lograda.  

Sin embargo, también manejé ambos Mazda3 en las instalaciones de Centro Dinámico Pegaso, es una pista de pruebas más que apropiada para llevar al límite un auto, en un ambiente controlado y seguro, y aun llevándolo rápido por las zonas de curvas, no percibí comportamiento errático.

Es cierto, una geometría multibrazo es más sofisticada y por lo tanto superior, pero mi punto es que en este caso en particular, no logro detectar sacrificios entre el esquema de la generación anterior y el de la nueva. Dicho de otra forma, creo que Mazda, ante la irremediable realidad de que su compacto dejaría de tener suspensión trasera multibrazo, hizo todo lo necesario para por lo menos ofrecer en el nuevo modelo, una dinámica de conducción equiparable a la del modelo saliente.

Sobra decir que, en materia de refinamiento, aislamiento acústico y calidad de marcha, el nuevo Mazda3 2019 es sustancialmente mejor que antes. Adicionalmente y aun cuando el sedán es más largo, no logré percibir grandes diferencias en términos de manejo con el hatchback.

Conclusión

No me queda duda, el Mazda3 2019 es el más refinado de su categoría y ofrece una experiencia abordo muy superior en comparación con cualquier rival. En esos aspectos es el rival a vencer.

Con respecto de ¿cuál elegiría, sedán o hatchback? Considerando la orientación personal y deportiva del hatch o la más sobria y familiar del sedán, yo me quedo con el sedán.

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