Test drive

Manejamos la Ford Edge ST 2019

La primer SUV de Ford Perfomance sorprende por su equilibrio entre confort y poder.

Manejamos la Ford Edge ST 2019

Ford, es una marca a la que se le da bien crear automóviles deportivos, de eso no hay duda. Solo basta ver que, desde su fundación en 1903, nos ha regalado verdaderos iconos como los Thunderbird, Mustang y GT, sin olvidarse, claro, de todos aquellos modelos concebidos de las colaboraciones que ha tenido con Cosworth, Lola, Shelby e incluso McLaren.

Por supuesto, que, a este historial, hay que sumarle todos los deportivos creados por las antiguas divisiones, Rally Sport (RS), Special Vehicles Operations (SVO), Special Vehicle Team (SVT) y Ford Racing, que desde 2014 y como parte de la estrategia global “One Ford”, están unificadas en un solo departamento: Ford Performance, cuya vasta experiencia le ha permitido, crear vehículos tan dispares como Ford GT o Lobo Raptor, así como todos los deportivos firmados por ST.

Precisamente, son las siglas ST (Sport Technologies) las que han cobrado mayor protagonismo dentro de Ford Performance, ya que, son usadas para nombrar a las versiones deportivas, pero no radicales de sus vehículos. Incluso, su carácter aspiracional, ha motivado el lanzamiento del paquete ST-Line, que, dota de una imagen agresiva, sin afectar el desempeño dinámico.

¿Y a que viene todo este bagaje histórico?; simple y sencillamente sirve para introducir a la nueva Edge ST 2019, que se presenta nada más ni nada menos, como la primera SUV desarrollada por el departamento Ford Performance, así, que, con todas estas credenciales, es fácil intuir que estás ante una camioneta que de ninguna manera debe ser menospreciada por no portar en la parrilla algún logo de una marca premium europea, sino al contrario, merece ser tomada con mucha seriedad. Así que te invito a conocerla a fondo.

Más agresividad y equipamiento

Por suerte, la manera en la que Ford Performance interpreta a la SUV deportiva moderna, no tiene que nada ver con la visión noventera de la marca, donde una Explorer Sport (apelativo ganado por su carrocería de dos puertas), cumplía este objetivo. De hecho, desde el lanzamiento de la Edge de primera generación, la marca del óvalo azul, siempre se ha preocupado por hacer que las versiones Sport, tuvieran una dosis extra de potencia, una mejor puesta a punto, así como una imagen más agresiva, pero en realidad, no merecía portar un nombre más rimbombante.

Por ello, cuando la Edge ST 2019 se presentó en el marco del Salón de Detroit 2018, muchos creyeron ingenuamente, que solo se trataba de un ardid publicitario, que, pese a las mejoras con relación a una Edge Sport, no la hacían una digna merecedora de portar las siglas de Sport Technologies. En verdad cuan equivocados estaban.

Hablemos del corazón, es cierto que se mantiene el motor V6 de 2.7 litros twin-turbo Ecoboost, pero fue afinado para erogar una potencia de 335 hp y un torque de 380 libras, esto significa que otorga 20 hp y 30 libras-pie más que la mencionada Edge Sport.  Además, la transmisión ahora es una automática de ocho velocidades, con paletas de cambio al volante.

Por cierto, la tracción AWD también se mantiene, pero la puesta a punto fue recalibrada para estar a la altura del conjunto. Es así que la suspensión es ahora más deportiva, al mismo tiempo que, los amortiguadores están especialmente calibrados. Los frenos mantienen su diámetro, 345 mm adelante y 315 mm atrás.

Cabe hacer hincapié, en que el arribo de la Edge ST, coincide con el lanzamiento de la actualización de media vida de la segunda generación de este modelo que originalmente arribó en 2015, por lo que encontramos elementos en común básicos. Aún así, para diferenciarse de las versiones “normales”, esta versión de alto desempeño añade una parrilla deportiva en color negro, faldones laterales, salidas de escapes dobles, rines de aluminio de 20 pulgadas y anagramas alusivos.

Aunque no lo parezca y a propia experiencia de quien escribe estas líneas, estos cambios son más que suficientes para que junto al color azul performance de la carrocería, llame poderosamente la atención a su andar. No miento, cuando digo que, a su paso, un par de personas (sobre todo hombres maduros), detuvieron su andar para ahondar sobre el producto que tenían frente a sus ojos. Vamos, no es tan atrevida, como una Chevrolet Blazer RS, pero tiene su encanto.

Puertas adentro, los principales diferenciadores son los pedales en aluminio, el volante deportivo y asientos forrados en piel con el emblema ST, así como los embellecedores Ford Performance. Pero la realidad, es que nos quedamos con ganas de más, ya que, si bien, la perilla de cambios, que sustituye a la antigua palanca, da un toque de modernidad, al mismo tiempo que la mayoría de los materiales son de buena calidad (a excepción del plástico duro que rodea la pantalla táctil de ocho pulgadas), por alguna razón, el conjunto se ve un poco más añejo y sobrio de lo que debería.

En materia de equipamiento no hay queja alguna, se cuenta con toda la farmacia completa por lo que podemos destacar elementos como techo panorámico, sistema de infoentretenimiento SYNC 3 con Applink, Apple Carplay y Android Auto, cargador inalámbrico, sistema de autio B&O con 12 bocinas, entre un largo etcétera.

En cuanto a seguridad, monta ocho bolsas de aire, así como todo el conjunto de asistencias Co-Pilot360 que integran: Sistema de Preservación de Carril; Asistencia de Pre-Colisión con Freno de Emergencia Automático; Detección de Peatones; Monitoreo de Punto Ciego BLIS con Alerta de Tráfico Cruzado; Sistema de Autoencendido de Luces Altas, y Cámara frontal de 180°.

¿Digna de las siglas Sport Technologies?

Todo este conjunto de mejoras, hacen que el peso se vea incrementado desde los 1,870 kg de la pasada Edge Sport, hasta los 2,031 kilogramos de la nueva versión firmada por Sport Technologies. Es aquí, donde puedas creer que el aumento de potencia, no tiene sentido, ya que sólo compensa los “kilitos de más”, pero no es así.

De hecho, según cifras de Ford, la Edge ST es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5.9 segundos, y marcar el ¼ de milla en 14.1 segundos. Nada mal, sobre todo si la comparamos contra su antecesora, que hacía las mismas marcas en 6.4 s y 14.3 segundos, respectivamente… ¡punto para la ST! Se me olvidaba, en cualquier caso, la velocidad máxima estimada es 238 km/h. Muy bonita la teoría y todo, pero ¿Qué hay con el manejo?

Como se mencionó al inicio, las siglas ST se utilizan para nombrar a las versiones deportivas que son perfectamente usables en el día a día. Y esta Edge, no es la excepción. Pese a que se anuncia una suspensión más rígida, en situaciones normales, filtra las imperfecciones del camino, lo suficientemente bien para ser calificada de confortable. Además, no hay que perder de vista que cinco pasajeros podrán viajar cómodamente, con sus correspondientes maletas, gracias a que la cajuela tiene 602 litros de capacidad.

Con 4,777 mm de largo, la Edge ST pertenece al segmento de las SUV medianas, por ello, no es precisamente un vehículo ágil en el tráfico urbano. De hecho, el tamaño, no es su única limitante, ya que en una ruta de trazado mixto de 29 kilómetros en la que se combinó un tráfico extenso con unos cuantos kilómetros de autopista urbana, arrojó un consumo promedio de 7.9 km/l. En este ciclo, según datos oficiales, debería entregar 8.9 km/l.

Casi por intuición, tenemos que el ambiente idóneo para esta camioneta deportiva son las autopistas, donde la potencia del motor, permite adelantamientos fáciles, así como mantener velocidades crucero, siempre bajo control y con total comodidad. Ideal para realizar viajes largos.  Recuerda a un tren, confortable, pero siempre tienes en mente las dos toneladas de peso y las casi 400 lb-pie de torque. A un ritmo mesurado, con tráfico de autopista (120 km/h constantes), promedió 13.7 kilómetros por litros, aunque por momentos fue más eficiente.

Ahora, toda esta parte, que suena como una simple camioneta con esteroides, cambia al momento de accionar el modo Sport, que además de mostrar un tacómetro en el cuadro de instrumentos, modifica la respuesta de la transmisión y el sonido del escape. Aquí se transforma su temperamento, y acelera de una forma más contundente, que, sin ser explosiva, te permite adelantar a diestra y siniestra. Además, su estética y dimensiones, hace que todos se quiten de tu camino. Aquí, bien vale la pena, musicalizar el momento con Another one bites the dust de Queen, sobre todo, cuando dejaste mordiendo el polvo a ese Mini Cooper S rojo, que te subestimó.

Con un manejo entusiasta, la dirección, nos deja un sabor extraño, ya que, aunque efectiva, no es tan comunicativa como quisiéramos, además no hay que perder de vista, que, en zonas de curvas, la carrocería se mueve un poco más de lo que quisiéramos. En cuanto al funcionamiento de la transmisión, es curioso que se sienta mucho más proactiva en “Drive”, que cuando realizamos los cambios con las paletas. Te recomendamos no abusar de tus ansias por ir rápido ya que el consumo puede caer hasta los 7.3 km/l y los 70 litros del tanque de gasolina, se podrían consumir con prontitud. Hay mucho de “Boost” y poco de “Eco”.

Única en el mercado

Queda claro que Edge Sport ST 2019, es una grata evolución sobre la pasada Sport, estamos antes una SUV (propiamente un crossover), rápida en zonas reviradas, donde se luce como los grandes, gracias a su potencia. Además, es muy amplia, muy equipada y cómoda. Ideal para compartir con la familia. Al momento de ir por los hijos al colegio, las mamás se sentirán empoderadas, mientras que los padres, se sentirán cómodos en una camioneta de agresiva estampa.

Para ser sinceros, es muy rápida, pero no transmite las sensaciones de un deportivo al volante. No esperes, una Porsche Cayenne o una Alfa Romeo Stelvio, pero también, tiene a su favor que con un precio de $841,100 pesos, prácticamente está en un hueco en el mercado donde está sola, ya que ninguno de sus rivales generalistas (dícese Chevrolet Blazer, Hyundai Santa Fe o Nissan Murano) ofrece una versión de alto desempeño.

Ni que decir, de las firmas premium, donde encontrar un vehículo de características similares en tamaño y potencia (segmento D con más de 300 hp), cuestan mucho, mucho más. Sólo para ilustrar un poco, una Audi Q5 Select y Acura RDX A-Spec, ambas, más pequeñas y menos potentes, tienen un precio de $819,900 pesos, que no es mucho menos a la etiqueta de la Edge ST. Al final, tú decides que tanto influye en ti, el peso de una marca u otra.

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