Test drive

Probamos la Toyota RAV4 2019 en distintos caminos de México

La subimos al Pico de Orizaba en condiciones offroad.

Probamos la Toyota RAV4 2019 en distintos caminos de México

El viaje

El trayecto de nuestra ruta comprendió ciudad, carretera y terracería. Salimos desde la CDMX, rumbo a Orizaba, de ahí conducimos hasta el Pico de Orizaba y finalmente rumbo a Puebla donde terminó nuestro viaje. Recorrimos casi 600 Km.

En carretera, el tramo más divertido fue la sierra que divide México de Puebla y las curvas de Cumbres de Maltrata que unen Puebla con Orizaba. Si bien nos tocó algo de tráfico, no mermó nuestra ruta ni el poder disfrutar la camioneta.

El viaje en offroad fue para subir al Pico de Orizaba, el ascenso fue por la parte noreste por el pueblo de Tlachichuca (la parte que da hacía Puebla y donde está el glaciar). El camino fue realmente sinuoso, terracería todo el trayecto, con arena suelta, tierra húmeda y mucha piedra. El bosque fue nuestra principal compañía y ya en la parte más alta sólo pradera como rocas. Nuestro punto más alto fue de más de 4,200 metros sobre el nivel del mar, justo donde es el campamento de alpinistas. Posteriormente el descenso, fue por otro camino distinto por el que subimos con las mismas condiciones de terracería antes mencionadas.

Sobre la Toyota RAV4

Existen cinco versiones que se comercializan de esta SUV, ya probamos la híbrida y durante esta ruta que hicimos en condiciones offroad, manejamos la variante XLE. Ésta posee un motor de 2.5L con 204 Hp y 179 Lb-pie de par, la caja es automática de ocho velocidades ajustada a un sofisticado sistema de tracción integral AWD.

Ofrece seis modos de manejo: normal, eco, sport, lodo-arena, piedra-polvo y nieve.

Manejo

En carretera (cuando conducimos rumbo a Puebla y Orizaba) empleamos el modo sport, para que nos otorgará lo mejor de desempeño y divertirnos por un buen rato. Lo primero es que no se percibe pesada, tiene buena aceleración para realizar rebases con tranquilidad y en caso de frenar repentinamente hace una buena ejecución. La dirección retroalimenta bien, por lo que no se siente artificial ni dócil, puedes realizar tus trazos con toda seguridad. La ejecución de la caja en modo manual es precisa, se protege bien al momento de revolucionarla demasiado y emplea a la perfección los ocho cambios (ya sea al acelerar o frenar con motor).

Ya a las faldas del volcán Citlaltépetl, en el poblado de Tlachichuca con una altitud de 2,593 m, comenzamos nuestro ascenso al Pico, usamos el modo lodo-arena, pues había tramos ligeramente húmedos y arenosos. Aquí la Toyota RAV4 se comporto firme, pasando sin problema gracias a la buena altura del chasis y la ejecución de la tracción integral. Aquí teníamos que irnos con cuidado manteniendo nuestra distancia con otras RAV4, pues el polvo llegaba a ser demasiado e impedía la visibilidad, los caminos eran estrechos con muchas barrancas. 

Después de los 3,500 m de altitud, las condiciones del terreno fueron cambiando, aquí empleamos el modo piedra-polvo. Aquí el trayecto fue el más complicado, pues por tramos había arena volcánica que dificultaba las cosas, si acelerabas bruscamente podrías provocar que la camioneta se atascara y si no acelerabas constante, incluso deteniéndote podrías atorarte sin avanzar. Por otra parte, las rocas, había de todos tamaños, algunas había que evitarlas pasando a un lado de ellas, otras las cruzabas sin problema por el enorme tamaño que tenían y algunas fueron de gran ayuda para tener mejor tracción. Todo el tiempo empleamos el modo manual, en primera o segunda velocidad según se requería, nuestra velocidad no superó los 30 Km/h (a veces íbamos incluso más despacio). En esta situación el trabajo de la tracción integral de la RAV4 fue impecable, dando torque donde más se requería y adaptándose a la perfección para ir avanzando.

Nuestro viaje al Pico de Orizaba terminó acompañado de mucha pradera, donde ya los árboles no crecen y llegamos a una altura de poco más de 4,200 metros, nuestro descanso fue en el campamento de alpinistas. A esta altitud el aire es más denso y tuvimos que hidratarnos mucho por el constante sol. Nos quedamos brevemente en el lugar tomamos fotos y video, para posteriormente comenzar nuestro descenso, que fue por otro lado diferente, aquí la situación del camino fue prácticamente igual y fue cambiando conforme a la altitud.

Conclusión

Si bien la Toyota RAV4 es una SUV pensada para el uso diario en ciudad y viajar cómodamente en carretera, en condiciones offroad salió triunfante gracias al buen trabajo de la tracción integral y la altura del chasis que posee. Si eres de los que te gusta la aventura, te dará buena prestancia para afrontar cualquier situación de terreno.

Los modos de manejo realmente te facilitan la vida y notas lo bien que trabajan.

Disfrutamos mucho el ascenso al Pico de Orizaba o Citlaltépetl, el más alto de nuestro país con altitud de 5,747 m, en la Toyota RAV4. Fue una experiencia increíble e inolvidable.

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