Industria

Sergio Marchionne, CEO de FCA, fallece

Marchionne salvó a Fiat y al Grupo Chrysler, una tarea que muchos consideraron, imposible.

Sergio Marchionne, CEO de FCA, fallece

Del italo-canadiense Sergio Marchionne se pueden decir muchas cosas. Que fue algo tirano en sus decisiones, que su lengua franca a veces le jugó una mala pasada, que mató a Lancia, que siempre vestia informal. Pero su tenacidad y visión fueron más que suficientes como para dar vuelta una de las crisis más grandes en la historia moderna de la industria automotriz, como era el inminente fracaso comercial del Grupo Chrysler y la alicaída situación del Grupo Fiat.

Tal cual como muchas historias que unen al país norteamericano con el italiano (desde El Padrino, en adelante), solo Marchionne fue lo suficientemente audaz como para juntar a estas dos empresas que no mucho tenían que ver, transformarlas en lo que hoy es FCA y sacarlas de la crisis, viendo lo que otros no pudieron ver.

Un poco de historia

Sergio Marchionne nació en Italia, en 1952. Sus padres se conocieron en una zona conflictiva, entre Italia y lo que hoy es Croacia. Con la muerte de su abuelo en manos de los Yugoslavos y de su tío, por parte de los Nazi, sus padres se fueron más al interior, donde finalmente nació Sergio. A los 13 años, la familia se lo llevó a Canadá, donde ya radicaban otros familiares. Desde ahí que Marchionne tiene doble nacionalidad, hablando perfecto inglés, francés e italiano.

Genio y figura, después de lograr estudios en derecho, comercio y filosofía, comenzó a hacer carrera en diversas empresas. Claro que su llegada al rubro automotriz sería más tardía, inicialmente como CEO de SGS (si, los de las Revisiones Técnicas) para después ser parte del directorio de Fiat, de donde saltó a su presidencia en 2004, por ende, manejó durante un tiempo ambas.

Fusiones y reorganizaciones

Durante este periodo, Marchionne mostró automáticamente su talento, al margen de las negociaciones y el influjo de Luca Di Montezemolo, quien se encargó de las negociaciones y lo político, limpiándole la cancha para que pudiera trabajar de mejor manera. Se redujo la burocracia, se optimizaron procesos y se abrió camino a nuevos mercados, liderados por el Grande Punto y el 500, grandes hits de la firma italiana. Pero a Marchionne le tocaría difícil, por lo que, tras descontinuar al Grande Punto, se concentraría en la familia 500 y en el éxito del Panda, así como en la manera de poder reintroducir Fiat al mercado norteamericano. En esa pasada, Fiat separó algunos de sus negocios en el conglomerado Fiat Industrial, conformado por Iveco y la división de motores para industria y marina.

Al otro lado del mundo, Chrysler era la empresa más dañada por la crisis automotriz de entre 2008 y 2010, firmando la bancarrota y entrando en default con una deuda de 4 billones de dólares. Gracias a fondos, reservas, prestamos del gobierno y la mano de Fiat, que compraba el 20% de la empresa, el Grupo Chrysler pudo pagar sus deudas en 5 años. Claro que, en esos 5 años, Fiat fue comprando más y más, hasta que la fusión se hizo inminente, con la era FCA y claramente, con Marchionne al mando de toda la operación.

Hoy en día, Jeep es la cabeza del grupo FCA, siendo la marca que más vende. Al ser una marca icono, el poder de Jeep trasciende un poco más allá del mundo automotriz, por lo que se transforma en una buena marca líder. Chrysler, a la espera de ser revitalizada, hoy solo se sostiene con la minivan Pacifica, heredera de las famosas Caravan y Town & Country, pero que se enfocará en ser la marca generalista del grupo. Dodge es la marca de alto performance, más pasional y orientada claramente al consumidor norteamericano. RAM, es la firma comercial de la empresa a la cual se le han sumado todos los productos de Fiat Professional, como vehículos comerciales ligeros de carga y camionetas. Por otro lado, Fiat será la segunda marca generalista del grupo, orientada al mercado europeo, con foco en autos pequeños, mientras que Alfa Romeo apunta hacia las marcas de lujo alemanas y Maserati, a las de super lujo como Bentley y Rolls-Royce. Ferrari, en pie por si sola y para que no fuera lastrada por nada, es independizada, con salida a la bolsa, pero aun en manos de accionistas de FCA y en un 10% por Piero Ferrari, en representación de la familia Ferrari.

Y esto sin contar los modelos que hoy en día son parte del grupo y que quizás no hubiésemos visto jamás sin el impulso de Marchionne: Renegade, Compass, Fiat Toro, 124 Spider (en alianza con Mazda), Hellcat en Dodge, Maserati Levante, el Alfa Romeo Stelvio y más. Hoy el grupo tiene una dirección clara, una estrategia y visión que antes no tenía. También hay sinergias entre las distintas marcas, que permiten abaratar costos y si bien hay cosas que aún nos duelen (como la estrategia de RAM o la salida de Lancia), nadie puede negar la potencia de las decisiones de Sergio Marchionne, que a sus 66 años, nos deja muy pronto. Una operación al hombro, dejo entrever un sarcoma agresivo del cual sería imposible recuperarse.

FCA queda controlado por John Elkann, nieto de Gianni Agnelli, quien sabemos es nieto de Giovanni Agnelli, fundador de Fiat y Mike Manley como CEO, subiendo de su posición como CEO de Jeep.

Jorge Beher recomienda